Opinión: "IGLESIA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL"

Autora: Carmen Bolumar

Hace unos días publicó en esta misma página web un brillante y valiente artículo Germán Reguillo; en él comentaba (haciendo una apresurada síntesis) las intenciones del nuevo secretario general del PSOE sobre la Iglesia en España (denuncia de los Acuerdos Iglesia-Estado, fundamentalmente) y la escasa valoración que se hace de la labor social de la Iglesia.

Cáritas, Manos Unidas (y tantas otras), hacen una magnífica labor social que no es, en esencia, valorada en su justa medida por la sociedad española. Sólo la conocen y la valoran las personas que reciben su ayuda y aliento día a día, pero poco más.

Hay mucha gente que piensa en términos de beneficencia, no de servicios sociales. Y la mayoría creemos que con comprar unos pocos boletos en las tómbolas de caridad o participar en los mercadillos solidarios ya hemos hecho bastante. En el mejor de los casos, hacemos un donativo de ropa, alimentos o dinero (si se puede, que mucha gente bastante tiene con sobrevivir) y creemos que ya está resuelta la labor social de la Iglesia.

Y no, el tema es mucho más profundo y delicado, como muy bien hemos visto en el artículo de Germán Reguillo. Las cifras que se nos muestran en él son terribles, aterradoras. Sí, ya sé que la labor debe ser callada y silenciosa, que nadie debe presumir de sus logros y actuaciones; debemos todos (incluida la Iglesia) obrar en la medida de nuestras posibilidades y no esperar más reconocimiento que el de nuestra conciencia.

Pero, en este sentido, me planteo una cuestión de máxima actualidad en estos tiempos de tanta importancia de los medios de comunicación social: ¿Sabe la Iglesia como institución y cada uno de sus miembros como personas individuales difundir su labor y su mensaje? ¿Utiliza la Iglesia como debiera los nuevos medios (cualquier medio) o se ha quedado un poco atrás?

Incidiendo en este mismo tema, hace pocos días (el domingo 29 de junio) se publicó en “El País” un artículo de Elizabeth Ramírez titulado “Sermones para otros tiempos” en el que se hace un breve estudio sobre la Iglesia y la comunicación social, llegando a unas conclusiones bastante interesantes y muy a tener en cuenta por todos.

 En este artículo se menciona que en el documento “Instrumentum Laboris” , enviado por el Vaticano a todas las diócesis del mundo, se señala como uno de los principales problemas de la Iglesia la falta de concordancia de los sermones con la actualidad. Se comenta una curiosa iniciativa que se viene realizando desde 2009: realizar cursillos de oratoria para que los sacerdotes aprendan a llegar, a transmitir el mensaje a los fieles.

Una de las impulsoras de estos cursillos comenta que la Iglesia se ha quedado atrás en el campo de la comunicación; y en la página web de la fundación que los lleva a cabo manifiestan que “…queremos ayudar a difundir la verdad de Dios y la verdad del hombre para iluminar la vida, NO SOLO DE LOS CRISTIANOS, SINO DE TODOS LOS HOMBRES” (las mayúsculas son un destacado mío).

Y llevan razón la autora, la impulsora y la fundación, para que la labor socio-religiosa que la Iglesia realiza CON TODOS LOS HOMBRES (no sólo con los cristianos) llegue a TODOS, la Iglesia debe aprender a usar nuevos lenguajes, debe llegar a la gente, conseguir que a todos interese y resulte atractivo su mensaje.

Carmen Bolumar Sánchez.- Historiadora