La ruptura de cualquier territorio genera perdidas de todo tipo; relaciones familiares y afectivas, recursos naturales compartidos –el Ebro pasa por otras seis autonomías antes de llegar a Tarragona-, vías de comunicación, moneda,…, desgraciadamente sólo se pueden cuantificar perdidas en términos económicos y estas son ya evidentes.
En cualquier elevación de nuevas fronteras todos pierden, pero obviamente más la parte pequeña, en este caso Cataluña es el 16% de la población y el 6% del territorio español. Se estima que en la autonomía escindida rentas y salarios caerían un 10% y en el resto de la Nación un 2%.
Hoy Cataluña ya es más pobre que antes de iniciar este ataque a la Constitución, que en aquella hermosa tierra respaldó el 91% de los ciudadanos.
Así, la incertidumbre, el decidido desacato a las leyes, y la posibilidad de tener un mercado más pequeño ha provocado ya que en el primer semestre de 2014 la inversión extranjera se reduzca a 523 millones, frente a 1.267 del mismo periodo de 2013 y los 1.156 de 2012, son caídas respectivas del 66% y el 50% justamente cuando este año estamos creciendo y los previos en recesión.
Es todavía más elocuente el dato si lo comparamos con Madrid que, con un millón menos de habitantes y la cuarta parte de territorio, sextuplica a Cataluña en llegada de inversión extranjera con 3.093 millones.
Igual sucede con las inversiones catalanas en el exterior que se han colocado en 2014 en mínimos de los últimos 17 años.
Ha sido además, Cataluña, que goza de mejor financiación que C.Valenciana, Murcia o Baleares, la autonomía que suma una mayor deuda con 61.000 millones y la que mayor uso del rescate nacional esta haciendo, con 6.473 millones en 2014.
Es cierto que parte de estos datos negativos se deben no sólo al efecto ruptura, sino como dice el presidente de los empresarios Joan Rosell “la gestión económica de Cataluña no ha sido mala, ha sido catastrófica”.
El propio Consell per a la Transiciò Nacional cifra en un coste “mensual” de 4.500 millones de euros una secesión no pactada.
Por eso junto al PP de Tarragona hemos puesto en marcha la campaña #JuntsSenseFronteres para manifestar que los vínculos económicos, familiares, religiosos y de todo tipo que nos unen, al menos desde la antigua Hispania Romana, no pueden romperse sin enorme daño para todos.
Secrertario General del PP Castellón
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2 comentarios :
Miguel. Hay que adelantar las elecciones para pillar con el pie cambiado a Podemos, si no esto va ser una sangria de votos. Olvidaros del PSOE que es un cadaver. Podemos les ha adentado por la izquierda, esos son los que nos pueden hacer daño.
Como siempre mezclando churras con merinas en un potaje lleno de sofismas.
Sr. Barrachina, lo que crea pobreza de verdad es dejar de invertir en el capital humano de un país, y con ello me refiero a los recortes que Uds. aplican con fervor y que afectan directamente a los ciudadanos y su calidad de vida.
Tijeretazos en educación, sanidad, servicios sociales, políticas activas de empleo y un rosario interminable de inversión en las personas. En el capital humano, repito.
En el colmo del cinismo aún afirman que la fuga de cerebros es positiva.
Ud., tan de derechas y políticamente correcto, no pierde oportunidad para intentar dar color a un trapo descolorido intentando culpar todavía a un más que olvidado Zapatero.
Otra más, las corruptelas de sus conmilitones; sí, esos patriotas suizos que se lo llevan calentito a paraísos fiscales y que tanto abundan en su partido y aledaños.
No hay día en que no nos desayunemos con algún nuevo escándalo de corrupción y evasión fiscal protagonizado por cargos públicos del PP o cargos directivos puestos por Uds.
Eso, Sr. Barrachina, la detracción de los caudales públicos para gastarlos como pólvora de rey, el robo diario en cajas de ahorro por parte de consejeros puestos por Uds., por el P$OE y por los que se llaman comunistas (y que viven como burgueses), eso y no otra cosa es lo que agrava la miseria y hace que 800.000 niños de nuestro país vivan bajo el umbral de la pobreza.
Háganselo mirar, Sr. Barrachina, y asuman responsabilidades.
Perdón se pide al amigo, la familia o la pareja.
En política se dimite cuando uno no cumple su programa electoral, o roba o miente.. o todo a la vez.
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