9.10.15

Mas se cubre las espaldas con una pensión de expresidente muy generosa


Las penas con pan son menos, dice el refranero. Y, por cortesía de los contribuyentes catalanes, a Artur Mas el pan no le va a faltar aunque sus socios en la candidatura de Junts pel Sí y la CUP lo jubilen.


 El 9 de noviembre como fecha tope deberá celebrarse la primera votación de investidura del presidente de la Generalitat y, a día de hoy, todo son especulaciones. Muchas de ellas apuntan a que Oriol Junqueras y Antonio Baños no dejarán que Mas encabece el Govern de nuevo. 

Seguro que el líder de Convergencia ha contemplado ese escenario una y mil veces. Pero, llegado el caso, le quedará como consuelo un sueldo público nada desdeñable. Uno de 115.224 euros al año hasta que cumpla los 65. A partir de entonces, una pensión vitalicia de 86.418 euros al año.

Cataluña es la comunidad más generosa con sus expresidentes, gracias a la Ley 6/2003 de 22 de abril del estatuto de los ex presidentes de la Generalidad. En otras palabras: es la región de España donde mejor sale ser un expresidente jubilado.

 El pasado 29 de junio, en pleno escándalo de la herencia del padre de Jordi Pujol no declarada al fisco en 34 años, Artur Mas decidió modificar esa ley para regular la forma de renuncia a los "derechos y prerrogativas" de los expresidentes de la Generalitat, puesto que Pujol renunció a todos los suyos -le empujaron- para aplacar la indignación de los catalanes.

Entonces Mas pudo haber aprovechado para rebajar la asignación a los expresidentes y equipararla a otras comunidades, pero no lo hizo: sabía que él sería el siguiente.

La normativa contempla que Mas tiene derecho a percibir el 80% de la retribución del presidente de la Generalitat, que actualmente está en 144.030,12 euros anuales (sumando 12 pagas más dos extras, según el portal de la transparencia catalán). ¿Por cuánto tiempo? Como mínimo durante una legislatura.

 Después, al llegar a los 65 años (él los cumplirá en enero de 2021), tiene derecho a una pensión vitalicia del 60% del sueldo del presidente. Con el salario actual de Mas estaríamos hablando de 8.230 euros al mes en 14 pagas durante los primeros años; y de 6.172 euros mensuales, también en 14 pagas, el resto de su vida. 

 Al dinero se suman otras prebendas. El tratamiento de molt honorable de por vida; una oficina pagada con dinero público (el expresidente Pujol tenía una de 400 metros cuadrados); así como coche oficial, chófer y escolta. 

 Existe un régimen de incompatibilidades al que debería ceñirse Mas para tener una asignación pública como expresidente, aunque como casi todo tiene truco. Sobre el papel esa retribución "es incompatible con el desempeño de un cargo público, con un trabajo o actividad en el ámbito público o privado y con la participación en consejos de administración de empresas públicas o privadas".

Ahora bien, es compatible con "actividades privadas" siempre y cuando así lo permita la legislación en materia de incompatibilidades de los altos cargos de la Generalitat, que es algo laxa.

 En cualquier caso, seguro que Artur Mas prefiere seguir gobernando. La pensión vitalicia puede esperar.


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