7.2.16

Opinión /Solo ante el peligro/ M. Amparo Gimeno Pastor


Tomo prestado el título de un afamado y viejo Western de Fred Zinnemann, y con Gary Cooper y Grace Kelly de protagonistas, para relatar los vertiginosos acontecimientos en política nacional que estamos viviendo en los últimos días. Pero esta vez me refiero a Pablo Iglesias, para quien las cosas se le están poniendo muy difíciles, máxime ahora puesto que Alberto Garzón se ha desmarcado de la propuesta autoritaria y anti demócrata de Iglesias, de no consultar con la derecha española y solo con ellos. Craso error. En realidad, todo esto es un cúmulo de errores sin sentido, típicos del recién llegado a la política y no del viejo diputado o líder de turno, harto de lidiar con todo tipo de contrincantes políticos.


El principal error de Iglesias, me voy a centrar en él, ha sido formar un grupo político de nuevo cuño y sin viejas gloria políticas que lo asesoren. En su afán de crear una formación novedosa y de dar una imagen impoluta e impecable ante el electorado (para desvincularse delos casos de corrupción imperante en la política española, en la actualidad) ha creado un grupo de jóvenes tan inexpertos como Iglesias, e igual de ambiciosos que su líder. Se pensaba Iglesias, que por ser profesor de Ciencias Políticas en la Complutense se las sabía todas. Pero una cosa es la Teoría y otra la práctica. Éste mismo hecho de no tener detrás de él, a una vieja guardia hace que incurra en errores mayúsculos que le alejan de la Moncloa.

 El primer y flamante error fue el descubrir sus cartas antes de tiempo, hecho que saben hasta los niños de ocho años. Con su auto investidura como Vicepresidente del Gobierno, demostró sus ansías de legislar antes de tiempo. Tras éste desliz, en el que aún sigue incurriendo, hizo que se encendieran las alarmas tanto en el PP, PSOE, UP y C’s, y empezaran a tomar sus medidas para frenar el acelerado ascenso de Iglesias al poder. Rajoy se desmarcó dela investidura, el PSOE llamó a filas a Sánchez y Rivera optó por arrogarse ahora el papel de mediador. 

Faltaba Garzón, para ver como respiraba su ex amigo del alma. Y lo hizo el viernes comentando esa frase tan demócrata suya: “O Sánchez pacta conmigo o con nadie”. Aunque luego incluyera a UP, ya era tarde. Hoy Garzón se ha desvinculado de Iglesias, ha dicho, “que ellos sí que están encantados de colaborar con Sánchez y Rivera, y que cuenten con ellos para lo que quieran”, en un todo un alarde de democracia y colaborar con Sánchez en unos momentos tan delicados y difíciles como los de ahora. Y además recupera votos perdidos hacia la formación morada. Y aquí se nota la mano de Anguita, quien siempre estuvo a favor del dialogo y el consenso fueran cuales fueran las formaciones contrincantes. También están a favor del dialogo el PNV. Con lo cual, Iglesias se está quedando solo ante el peligro.

Opnión/ María Amparo Gimeno Pastor

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