Desde el punto de vista turístico Jérica se estructura alrededor de tres polos de atracción cuya imagen ha sido divulgada una y mil veces: la Torre Mudéjar, San Roque y la Torreta. Seguro que estos lugares habrán sido visitados este año por miles de visitantes. Por lo tanto, descubrir algo nuevo entra en el terreno de lo utópico, para algunos, yo pienso lo contrario, la profunda religiosidad de este pueblo me permite creer en que la utopía a veces es pragmática y realizable, me explicaré.
La Villa de Jérica es mucho más que unas obras arquitectónicas y lo digo justamente por que cada tercer domingo de septiembre el sentimiento religioso de su población supera con creces, lo material y lo monumental, para zambullirse en sus fiestas más tradicionales y hermosas en honor a la Divina Pastora.
Para ello, jericanos venidos de Barcelona, Valencia, Castellón y otros lugares de residencia regresan a su pueblo natal para rendir y homenajear a Su Divina Pastora, donde tampoco han faltado las numerosas personalidades del mundo de la política local y la cultura, que estos días olvidan sus diferencias políticas y existenciales, y todos juntos concurren en fraternidad a todos los festejos religiosos.
Todos unidos bajo la fe católica han acompañado en procesión a las imágenes de los Santos (El Cristo, El Corazón de Jesús, la Virgen de los Desamparados, San Roque, la Virgen de la Cueva y las Hijas de María) junto a la Divina Pastora, recorriendo las principales calles de la localidad, esta procesión es la más bonita por el sentido que tiene, es la más entrañable y la que la gente más recuerda. Nadie se la pierde, y desde niños todos la llevan dentro de su corazón.
Y es que como muy bien dice nuestro entrañable amigo Crespo Flor; "para saber lo que es Jérica hay que vivir aquí, sentir lo que sienten los jericanos con sus fiesta más entrañable: "La Divina Pastora" y ver y sentir, por ejemplo, su Rosario nocturno, cuando toda Jérica rinde tributo y amor a su pastorica". ¡Una verdadera pasada que no puede contarse con palabras!", nos describe "P. Flor" en su blog
Según los libros de historia, esta deidad proviene de Sevilla. Un cura Capuchino de nombre Isidoro de Sevilla, recibió una revelación en uno de sus sueños. Era la imagen de la divina Pastora. Días más tarde, le dio al artista Miguel Alonso de Tovar, una descripción detallada de su visión para que éste realizara un cuadro. La imagen de la virgen con sombrero pastoril, cubierta por una manto azul, sosteniendo en su mano izquierda al niño y apoyando la derecha sobre un cordero, fue llamada "Divina Pastora de Almas".
La devoción a la Divina pastora alcanzó gran popularidad y se extendió a lo largo y ancho de la geografía española de la mano de los Padres Capuchinos, que la hicieron llegar también hasta Jérica y toda nuestra comarca, afirma Paco Flor.
Por esto quiero decir, Jérica no podrá ser tan sólo conocida por su Torre o por la Iglesia de San Roque, por que las fiestas en honor a Su Divina Pastora son y serán el Alma de la Jérica Monumental, así lo rubrico, afirmo y sentencio.
Luis J. Simón/El Informal Segorbino
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