Hace ya nueve años que nos quedamos huérfanos de la sinceridad, de la alegría, de la amistad, del arte... de esos y otros muchos valores con los que nos regalabas a todas las personas que te conocíamos.
Javier Pérez, Javi como yo te llamaba, o “Mincha”, como te conocíamos todos tus amigos, dejaste una profunda huella en todos nosotros: tu amor por la música, tu sinceridad, tu siempre buen humor dispuesto a aguantar mis juveniles bromas han hecho, desde que te fuiste, que no pase día que no tenga un recuerdo para ti.
Recuerdo frecuentemente aquellas largas noches estivales de orquesta en nuestra época moza, los conciertos de nuestras bandas en que tantas veces coincidimos...: sabes que no fui de tus íntimos amigos, aunque en mi caso, el valor de la amistad no está en la intimidad, sino en la verdad y en la sinceridad, y en eso puedo asegurarte que te tuve y te sigo teniendo entre mis mejores amigos.
Te recuerdo cantando con la orquesta, mirándome de reojo con esa sonrisa de truhán como esperando un sorpresivo set de batería dirigido a “liar la cosa”. Sabes que la cosa nunca se liaba: tu alma de artista hacía que siempre todo terminara bien, entre risas y bromas... Y con la banda de música, siempre, siempre rodeado de los niños, de tus alumnos, de tus amigos...
Durante todo éste tiempo he echado de menos un homenaje de verdad a lo que, seguramente sin quererlo, significaste para muchos de nosotros. Sin demasiados formalismos, con ese toque ácrata y despistado que te seguía allá por donde ibas. Te prometo que espero conseguirlo, por que te lo mereces... Y si no puedo, vaya por ti ésta mi humilde carta: que el paso del tiempo no borre de nuestra memoria la huella de las grandes personas, Javi.
Daniel Lázaro Blasco
Músico
Javier Pérez, Javi como yo te llamaba, o “Mincha”, como te conocíamos todos tus amigos, dejaste una profunda huella en todos nosotros: tu amor por la música, tu sinceridad, tu siempre buen humor dispuesto a aguantar mis juveniles bromas han hecho, desde que te fuiste, que no pase día que no tenga un recuerdo para ti.
Recuerdo frecuentemente aquellas largas noches estivales de orquesta en nuestra época moza, los conciertos de nuestras bandas en que tantas veces coincidimos...: sabes que no fui de tus íntimos amigos, aunque en mi caso, el valor de la amistad no está en la intimidad, sino en la verdad y en la sinceridad, y en eso puedo asegurarte que te tuve y te sigo teniendo entre mis mejores amigos.
Te recuerdo cantando con la orquesta, mirándome de reojo con esa sonrisa de truhán como esperando un sorpresivo set de batería dirigido a “liar la cosa”. Sabes que la cosa nunca se liaba: tu alma de artista hacía que siempre todo terminara bien, entre risas y bromas... Y con la banda de música, siempre, siempre rodeado de los niños, de tus alumnos, de tus amigos...
Durante todo éste tiempo he echado de menos un homenaje de verdad a lo que, seguramente sin quererlo, significaste para muchos de nosotros. Sin demasiados formalismos, con ese toque ácrata y despistado que te seguía allá por donde ibas. Te prometo que espero conseguirlo, por que te lo mereces... Y si no puedo, vaya por ti ésta mi humilde carta: que el paso del tiempo no borre de nuestra memoria la huella de las grandes personas, Javi.
Daniel Lázaro Blasco
Músico
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3 comentarios :
Gracias por tu sentido homenaje y por recordarnos a este buen amigo, siempre se van los mejores, como tí dices, las grandes personas.
Y a tí, Javier, pues ya ves, mientras quede alguien que te recuerde, siempre estarás presente entre nosotros, es decir, seguirás viviendo...
Un abrazo allí donde estés y que Dios te bendiga.
Firma: No Importa
Daniel, no tengo el gusto de conocerte, pero en mi nombre y en el de los amigos de Javi, gracias por este sincero recuerdo. Parece que fue ayer aquel 13 de diciembre de 1999 en el que te fuiste.... te tenemos siempre en el corazón Mincha.
Ya se quien eres Dani, gracias de nuevo por tu recuerdo.
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