El año recién inaugurado anuncia una profunda reestructuración en las diócesis españolas, y sobre todo, de sus titulares, como es el caso de la sucesión del cardenal de Valencia, Agustín García-Gasco. Como adelantó LAS PROVINCIAS en diciembre, para esta vacante cada vez gana más enteros el actual arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro.
Según fuentes eclesiásticas, dos nuevos obispos valencianos como Juan Antonio Reig Pla, de Cocentaina, y Manuel Ureña, nacido en Albaida, se perfilan para promocionar en sus respectivas carreras eclesiásticas.
Juan Antonio Reig, que en breve abandonará la diócesis de Cartagena, estaría destinado a presidir la Academia Pontificia para la Vida, en Roma, aunque también podría hacerse cargo de las diócesis de Granada o Zaragoza. Por su parte, Ureña es el obispo idóneo para ocupar la Archidiócesis de Toledo en sustitución de Antonio Cañizares, cardenal valenciano nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, lo que obligará al purpurado a fijar su residencia en Roma.
La Academia Pontificia para la Vida, creada en 1994 por el papa Juan Pablo II, tiene como objetivo estudiar los problemas referidos a la defensa de la vida e informar a los responsables de la Iglesia, a instituciones de ciencias biomédicas y organizaciones socio-sanitarias de los resultados más relevantes de estas actividades, según se puede leer en la página web de la institución.
El obispo Juan Antonio Reig, muy conocido en Valencia durante su época de canónigo penitenciario de la Catedral de Valencia, está considerado como un notable obispo, muy preparado, trabajador y, sobre todo, brillante en sus acciones pastorales, como confirman asociaciones católicas ubicadas en Cartagena.
Los valencianos recuerdan del obispo Reig Pla su cercanía. De Valencia partió en 1996 para hacerse cargo de la diócesis de Segorbe-Castellón por nombramiento del anterior papa, Juan Pablo II. En estos momentos es obispo de la diócesis de Cartagena-Murcia, a la que llegó en 2005 designado por el papa Benedicto XVI.
Según fuentes eclesiásticas, dos nuevos obispos valencianos como Juan Antonio Reig Pla, de Cocentaina, y Manuel Ureña, nacido en Albaida, se perfilan para promocionar en sus respectivas carreras eclesiásticas.
Juan Antonio Reig, que en breve abandonará la diócesis de Cartagena, estaría destinado a presidir la Academia Pontificia para la Vida, en Roma, aunque también podría hacerse cargo de las diócesis de Granada o Zaragoza. Por su parte, Ureña es el obispo idóneo para ocupar la Archidiócesis de Toledo en sustitución de Antonio Cañizares, cardenal valenciano nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, lo que obligará al purpurado a fijar su residencia en Roma.
La Academia Pontificia para la Vida, creada en 1994 por el papa Juan Pablo II, tiene como objetivo estudiar los problemas referidos a la defensa de la vida e informar a los responsables de la Iglesia, a instituciones de ciencias biomédicas y organizaciones socio-sanitarias de los resultados más relevantes de estas actividades, según se puede leer en la página web de la institución.
El obispo Juan Antonio Reig, muy conocido en Valencia durante su época de canónigo penitenciario de la Catedral de Valencia, está considerado como un notable obispo, muy preparado, trabajador y, sobre todo, brillante en sus acciones pastorales, como confirman asociaciones católicas ubicadas en Cartagena.
Los valencianos recuerdan del obispo Reig Pla su cercanía. De Valencia partió en 1996 para hacerse cargo de la diócesis de Segorbe-Castellón por nombramiento del anterior papa, Juan Pablo II. En estos momentos es obispo de la diócesis de Cartagena-Murcia, a la que llegó en 2005 designado por el papa Benedicto XVI.
Fuente: Las Provincias de Valencia
Fotos: Néstor Morente/Las Provincias
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