23.3.09

Encuesta: ¿Cree que el colectivo cofrade segorbino debe apoyar la campaña "a favor de la vida" de la Conferencia Episcopal?

Quedan dos semanas para la Semana Santa y las cofradías de media España, se han posicionado a favor de la campaña de la Conferencia Episcopal y en contra de la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno. Muchas otras harán pública su postura en los próximos días. Mientras en Valencia y Córdoba han anunciado que portarán un lazo blanco como símbolo de rechazo, las cofradías de Sevilla han optado por iniciar una campaña informativa. Este último pulso entre Iglesia y Gobierno se librará de nuevo en las calles tomando como escenario las procesiones de medio país.
El Santísimo Cristo de San Marcelo, La Verónica, La Santísima Trinidad tienen la palabra a favor de la vida o quizás la indiferencia con los sentimientos morales de la iglesia católica.
Redacción/El Informal Segorbino

2 comentarios :

Anónimo dijo...

La Iglesia está de nuevo en pie de guerra. Coincidiendo con la inminente tramitación del proyecto para la reforma de la ley del aborto, los obispos han lanzado una campaña demagógica que sostiene que el lince ibérico está más protegido en España que los niños. La campaña no se circunscribe a una protesta contra la reforma legal, sino que constituye un duro alegato contra el principio mismo del aborto, lo que retrotrae el debate a los años 80. A la ofensiva se han sumado más de un centenar de académicos, que, en un manifiesto, afirman que la vida humana comienza desde el mismo instante de la fecundación. En román paladino: quien promueve el derecho al aborto, promueve el asesinato.
Llama la atención que la Iglesia y los académicos no abrieran el debate durante los ocho años de mandato de Aznar. Le hubieran pedido exigir, con protestas callejeras, que utilizara su mayoría absoluta para volver a los días idílicos en que la vida era legalmente sacra desde el momento de la concepción y las jóvenes que osaban desafiar los preceptos divinos debían viajar a Londres para perpetrar su crimen fuera de las gloriosas fronteras patrias. Pero a Aznar no se le importunó con este problema, y los abortos se siguieron produciendo bajo su Gobierno sin que la Conferencia Episcopal le pidiera responsabilidades por una presunta complicidad criminal.
La beligerancia clerical ha renacido con la llegada de Zapatero a la Moncloa. Y en esta ofensiva juegan un papel importante los términos lingüísticos. Los contrarios a la interrupción del embarazo se autodenominan “pro vida” y, a sus rivales, los tachan de “pro abortistas”. Se trata de una frivolización malintencionada de lo que, para cualquier persona normal, y sobre todo para la mujer que toma la decisión de abortar, constituye un drama personal. Me niego a ser etiquetado de “pro abortista”; lo que soy es partidario del derecho de la mujer a decidir sobre un asunto crucial para su destino, máxime cuando se trata de un derecho regulado por vías democráticas en un Estado constitucionalmente aconfesional.

Las leyes no obligan a nadie a abortar; en vez de arremeter contra las normas parlamentarias, la Iglesia debería centrar sus esfuerzos en convencer a sus fieles de que se abstengan de abortar, a ver si lo consigue. Y ya de pasada, debería persuadirlos de que aporten más fondos a la causa eclesiástica, porque a muchos españoles les comienza realmente a indignar que el Estado siga inyectando dinero de todos a una Iglesia que no cesa de despreciar las reglas del juego de la democracia.

Anónimo dijo...

Me parece estupenda la idea de las hermandades y cofradías cordobesas de llevar lazos blancos durante las procesiones de Semana Santa en rechazo a la reforma legal sobre el aborto. Pero creo que se quedan cortos. Ya puestos a convertir la procesión en manifestación, yo les animaría a portar pancartas en vez de cirios, y que los nazarenos rompan su habitual silencio para corear cánticos y consignas.

Por supuesto, si a partir de ahora el desfile de imágenes religiosas pasa a ser un acto de protesta, esperamos que la autoridad tome nota, y les dé el mismo trato que a cualquier colectivo ciudadano que quiere cortar la calle para protestar por algo. Que pidan permiso a la Delegación del Gobierno, y que circulen como los demás. ¿Dónde se ha visto que una manifestación pueda recorrer la ciudad entera y durante tantas horas?

Más vale dejar las cosas claras desde ahora. Porque si miramos para otro lado, esto será sólo el principio. Luego tendremos corpus-protesta, romerías que acaban en sentada, pórtales de belén con lazo blanco, y reyes magos arrojando octavillas en vez de caramelos. Pase que los obispos lleven tiempo convirtiendo la misa en mitin, o que tengan una radio mamporrera. Pero que quieran aprovecharse de las facilidades que tienen para ocupar la calle con la cruz por delante, ya es demasiado pitorreo.