18.4.09

La Base Militar del Toro, un lugar tétrico, con extraños sonidos y ventanas rotas...

Si Vd. ha ido a recolectar setas, hongos, de visita a la microreserva de flora de La Salada o incluso quizás con la intención de buscar restos de la contienda civil española, pues justo en la zona, se encuentra el enclave X,Y,Z, línea defensiva del “ejército rojo”, se habrá encontrado con la que fuera Base Militar “La Salada”, denominada popularmente como “Base del Toro”, que se encuentra en una cima al final de la Sierra de Javalambre, a 1581 metros sobre el nivel del mar.

Bien, puestos a la aventura y bajo la tutela y guía del mejor y más experimentado conocedor de estas montañas que dan vida a nuestro río Palancia, José Orduña Giménez, además poseedor del título de ex “alcalde de El Toro”, nos dispusimos a visitar unos de los lugares más importantes y punto de referencia de conexiones en España durante el intento de “Golpe de Estado” del 23-F, vínculo entre “Regiones Militares de Valencia, Madrid y Mallorca”, siendo esta Base Militar, cronstruida en 1970 por los Estados Unidos por mandato del Ministerio de Defensa Español, donde se creó una amplia red de dispersión troposférica y de microondas para enlazar a las autoridades al más alto nivel.

A esta Base Militar, por llamarle de alguna manera, se accede por una carretera creada en su día exclusivamente para tal motivo, conectar el acuartelamiento con la localidad de El Toro, que dista a tan sólo 15 km., nuestro equipo humano dirigido por Orduña se dispuso a visitar la zona y tras visitar la línea Matallana, la cañada real, el ventisquero de los frailes, y visualizar, peña Juliana, la sierra de Gudar, Peñagolosa e innumerables sierras visuales, así pues, nos encontramos finalmente con el ex recinto militar, lugar peculiar donde los haya, pues nos recuerda cualquier película moderna, realizada tras la guerra europea de Kosovo o Serbia, un lugar devastado por el vandalismo y la destrucción tras el abandono y el cierre de dicho acuartelamiento militar y producido lógicamente, por el desinterés por las instalaciones del mismo Ministerio de Defensa Español, narra José Orduña, siempre lamentando que dicho abandono aún se mantiene en la actualidad, tras su cierre en 1997, y lo que es peor, ¿Quién sabe hasta cuando más? Seguirá este expolio permitido por los gobernantes, que ni tan siquiera han sabido proteger o prestarle la seguridad adecuada, lamenta Orduña.

Nadie vigila la zona, ni un solo cartel intimidatorio, ni cámaras de vigilancia, ni un solo prohibido el paso, ni una sola advertencia de “se encuentra en una zona privada o militar”, el lugar mismo, fin del trayecto El Toro-La Salada, invita a entrar, pese a los rótulos de “aquí hay fantasmas” único repelente a la zona, pudiéndose visitar gratuitamente el ex acuertelamiento, lugares como los dormitorios, el gimnasio, la sala de cine, las cocinas, el comedor, los generadores de electricidad, el cuerpo de guardia, las salas de transmisiones, campo de baloncesto, helipuerto, talleres militares, etc, etc. Todo ello envuelto de grandes dosis de soledad, abandono y expolio, sumido con una gran porcentaje de acopios fecales que le quitan la dignidad a lo que fue un “fuerte español” hoy vilipendiado y sumido a la lista de la vergüenza de quien han llevado a este acuartelamiento al olvido y la miseria. A todos ellos, nuestro desprecio activo, son una vergüenza para cualquiera y sobre todo, para los ciudadanos que abonamos anualmente de nuestro dinero, los impuestos, para luego ver desolación y despilfarro en sus decisiones políticas.

Frente a todo este deterioro del patrimonio español, se sitúa José Orduña, ex alcalde de El Toro, como hemos nombrado anteriormente, que llevó una lucha heroica hace una década por la reivindicación del uso civil de dicho acuartelamiento, pensando que sus instalaciones hoy obsoletas y en desuso, pero en su momento, en perfectas condiciones de habitabilidad, podrían haber sido utilizadas para cubrir las múltiples necesidades, bien la creación de algún albergue o campamento juvenil que le siguiera dando vida al pueblo, la creación de una zona de ocio o fines medioambientales, en definitiva, mantener unas instalaciones perfectamente llevables desde el municipio de El Toro. Mientras tanto, el Ministerio de Defensa abdujo la Desafectación de sus bienes para cesión, venta o permuta y ocupación de los mismos por un valor de 400 millones de las antiguas pesetas, algo inalcanzable por la tesorería del municipio, cerrando así cualquier posibilidad democrático de su uso civil, cerrando sus actividades, sine die.

Nunca se sabrá el motivo de este cierre, La Base de La Salada, cerró su acuartelamiento bajo el ocultismo a la sociedad y sin decisión salomónica, es decir, ni para ti, ni para mí, para nadie. Así se quedó la Base del Toro, sola y olvidada, aunque según dicen, siempre quedará el paradigma de ciertos sucesos paranormales que obligaron a sus miembros a huir de él.


Redacción/El Informal Segorbino

10 comentarios :

Anónimo dijo...

El motivo del cierre fue puramente tecnologico, el tipo de transmisiones que hacian necesaria la base en cuestión dejaron de usarse y de tener utilidad suoeradas por la evolución de las telecomunicaciones...eso si, la verdad es que al menos una base de Extinción de incendios deberian de haber creado.

Anónimo dijo...

me hace gracia lo de los sucesos sobrenaturales, lo unico sobrenatural eran las trompas que cogiamos allí cuando se hacia la mili

Anónimo dijo...

A que tipo de sucesos sobrenaturales se refiere...Una saludo.

Unknown dijo...

Yo hice la mili..no hay nada de fantasmas..ni tonterias de esas..es una pena verlo asi, estuve de cabo..en el 88 soy del 4° reemplazo..

Unknown dijo...

Estuve de militar alli, y no vi nunca nada raro.. no pocas guardias hice..toda la noche y nada.,

Anónimo dijo...

Yo si que vi los fantasmas.

Anónimo dijo...

Los unicos fantasmas que hay , son los gobernantes que lo han dejado perder

Anónimo dijo...

Los unicos fantasmas que hay , son los gobernantes que lo han dejado perder

Anónimo dijo...

Aunque me parece genial que se denuncie su mal estado y que no existan barreras para acceder a su interior, tal vez el artículo invite a los amigos de lo ajeno, a que se den una vuelta por allí y arramblen con lo poco que queda.

Una lástima que el gobierno no se lo cediese al Ayuntamiento de El Toro, y este hubiese ejecutado en ella los proyectos que presentó en su día.

Anónimo dijo...

Se pueden recoger rebollones o setas de cardo por ahi?