29.11.09

Archivan la causa contra el ciclista de Segorbe sospechoso de un doble crimen

Iván S., el ciclista de Segorbe que desapareció el 1 de enero de 2008, no tendrá que acudir cada dos días al juzgado para firmar; oficialmente, ha dejado de ser sospecho del doble crimen por el que fue detenido, después de que la Policía concluyera que aquella desaparición que movilizó a todo el pueblo fue fingida. El Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia ha archivado la investigación por el doble crimen, al considerar que los indicios que hay contra Iván S. no bastan para procesarle por la muerte de una pareja, cuyos cadáveres no han aparecido. Y sin cadáveres, no hay caso.

Iván S. ingresó en la cárcel el 27 de junio de 2008 tras ser arrestado en Bilbao. Casado, de 44 años, guardia de seguridad, el rastro de Iván S. se diluyó el día de Año Nuevo de 2008. Salió de su casa, en Segorbe, a practicar cicloturismo. Y no regresó. El pueblo se movilizó para encontrarle. Los servicios de emergencia organizaron un despliegue sin precedentes. Inicialmente se pensó en un accidente; pero para la Guardia Civil la hipótesis perdió peso cuando relacionó a Iván S. con las investigaciones que estaba llevando a cabo para aclarar el crimen, un par de meses atrás, de una pareja, un español y una rumana, cuyos cadáveres siguen sin aparecer.

«Yo no los he matado»

En la inspección ocular de la vivienda de la pareja en Valencia los agentes hallaron sangre y alguna otra evidencia que les llevaron a presumir que habían sido asesinados. Iván había tenido relaciones con las víctimas supuestamente por chanchullos de drogas. Fue interrogado varias veces. La Guardia Civil no halló elementos suficientes para incriminarle. Hasta que dos meses después se supo de su desaparición. Las sospechas se dispararon. Los agentes le localizaron en Bilbao, su ciudad natal, donde residía bajo una identidad falsa. Fue detenido el 23 de junio de 2008 en Munguía.

Los investigadores creen que fingió su desaparición para que no le relacionaran con la muerte de la pareja, cuyos cadáveres, se sospecha, pudieron ser arrojados al mar. Pudo también esfumarse para no correr la misma suerte que los asesinados, de quienes no se descarta que fueran ejecutados por un ajuste de cuentas. Él siempre ha negado la autoría del crimen. «Yo no los he matado», dijo incluso antes de que los agentes le preguntaran por la pareja.

Fuente: ABC

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