Según la revista católica, Testigos de la FE, cuyo redactor es el historiador y sacerdote, José María Francés, ha plasmado en la Hoja semanal diocesana la vida y asesinato de tres sacerdotes mártires de Montán, los Rvdos José Gimeno Pérez, Vicente Gil Gil y Basilio Montolio Gil.
Todos ellos fueron sorprendidos durante la persecución religiosa de la II República Española y la Guerra Civil de 1936, señala Francés. Ante las amenazas de los milicianos, Don José Gimeno y el Canónigo, hijo de El Toro, Don Eugenio Aparicio emprendieron una larga marcha abandonando la población. Ocultándose de pueblo en pueblo y a través de sendas y caminos de montaña llegaron hasta Montán, donde fueron escondidos por los familiares del primero.
El día 3 de agosto fueron localizados y detenidos. Tras prestar declaración en el Ayuntamiento, fueron conducidos en dirección a Segorbe. Al llegar a la casilla de la vía del ferrocarril de las minas de Ojos Negros, entre insultos y blasfemias de los milicianos les obligaron a bajar del coche. Los dos sacerdotes respondieron a las blasfemias con aclamaciones y vivas a Cristo Rey. Testigos presenciales dijeron que cuando les fusilaron, cantaban el Himno a la Patrona de Montán, la Virgen de los Dolores: "Salve de mártires, Reina". El Siervo de Dios tenía 41 años.
El cuerpo de Don José Gimeno fue rociado con gasolina y quemado. Los restos, tras ser enterrados temporalmente en el cementerio de Montán, reposan a hora a los pies del altar de la Virgen de los Dolores, donde fueron trasladados en 2004.
Próximamente, les informaremos detallamente sobre la otra víctima, Don Basilio Montolio
Todos ellos fueron sorprendidos durante la persecución religiosa de la II República Española y la Guerra Civil de 1936, señala Francés. Ante las amenazas de los milicianos, Don José Gimeno y el Canónigo, hijo de El Toro, Don Eugenio Aparicio emprendieron una larga marcha abandonando la población. Ocultándose de pueblo en pueblo y a través de sendas y caminos de montaña llegaron hasta Montán, donde fueron escondidos por los familiares del primero.
El día 3 de agosto fueron localizados y detenidos. Tras prestar declaración en el Ayuntamiento, fueron conducidos en dirección a Segorbe. Al llegar a la casilla de la vía del ferrocarril de las minas de Ojos Negros, entre insultos y blasfemias de los milicianos les obligaron a bajar del coche. Los dos sacerdotes respondieron a las blasfemias con aclamaciones y vivas a Cristo Rey. Testigos presenciales dijeron que cuando les fusilaron, cantaban el Himno a la Patrona de Montán, la Virgen de los Dolores: "Salve de mártires, Reina". El Siervo de Dios tenía 41 años.
El cuerpo de Don José Gimeno fue rociado con gasolina y quemado. Los restos, tras ser enterrados temporalmente en el cementerio de Montán, reposan a hora a los pies del altar de la Virgen de los Dolores, donde fueron trasladados en 2004.
Próximamente, les informaremos detallamente sobre la otra víctima, Don Basilio Montolio
Fuente: J.M.Francés/H.Parroquial/Testigos de la Fe
2 comentarios :
Por mí como si los beatifican...
si fueran familiares tuyos no hablarías a sí!!
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