El alcalde de Altura no teme una moción de censura por parte de PSPV e IPA

El alcalde de Altura, el popular Rafael Rubio, no teme que la decisión del concejal independiente Antonio Aznar de abandonar el pacto de gobernabilidad rubricado en 2007 vaya a desencadenar en una moción de censura. Así lo aseguró ayer el propio Rubio en una rueda de prensa convocada después de que el pasado martes Aznar anunciara la ruptura de dicho acuerdo alegando «diferencias irreconciliables».

Según el primer edil, «en estos momentos no hay razón que justifique una posible moción de censura por parte de independientes y socialistas». De hecho, Rubio dudó de «la legalidad» de dicha acción, «sobre todo teniendo en cuenta que falta menos de un año para las elecciones municipales».

Con todo, el primer edil de la villa se mostró «tranquilo y confiado» y aseguró que «desde el equipo de gobierno del PP vamos a seguir como hasta ahora, consensuando todos los temas y proyectos con el resto de grupos con representación consistorial».
No obstante, el alcalde, lejos de centrar sus críticas en el independiente Antonio Aznar, se cebó con sus todavía socios de gobierno, los socialistas, a quienes acusó de «mentir» en su último boletín informativo.

En concreto, el aludido documento del PSPV local cuestiona la gestión económica del equipo de gobierno popular, en la que según alegó Rubio, «ellos mismos han tenido mucho que ver».

En este sentido, cabe recordar que la decisión del edil del grupo Iniciativa Por Altura (IPA) de romper el pacto de gobernabilidad no sólo ha puesto en jaque al equipo del popular Rafael Rubio, que podría perder la alcaldía tras quedarse de nuevo en un empate técnico de cinco concejales con el PSPV, sino que ha desencadenado un aluvión de críticas sobre la precaria situación económica por la que atraviesa el Consistorio desde hace más de cuatro años.

De hecho, el IPA centró en el endeudamiento y en la falta de medidas que supongan un verdadero recorte del gasto municipal sus principales motivos del abandono del pacto. «Por todo ello, no podemos seguir formando parte de un proyecto que carece de rumbo y liderazgo político», señalaron.

Por su parte, el primer edil quiso salir ayer del paso asegurando que «desde que en 2007 llegáramos a la alcaldía hemos pagado alrededor de 773.000 euros en concepto de facturas pendientes a proveedores heredadas de las anteriores legislaturas socialistas».

Fuente: Las Provincias de Castellón