A nadie se le oculta que vivimos “tiempos recios”, difíciles y apasionantes, para vivir, transmitir y confesar en público la fe cristiana con verdadera pasión. La secularización o la pérdida del sentido de Dios son una realidad innegable en muchos de nuestros contemporáneos; muchos son también los que ya ni tan siquiera han oído hablar de Dios, o que no conocen a Jesucristo, ni sus palabras y ni su obra redentora, fuente de vida y de salvación. No faltan, de otro lado, intentos de recluir lo religioso y, en especial, lo religioso-cristiano al ámbito de la conciencia o de los templos; o de excluir cualquier expresión visible de la fe cristiana de cualquier ámbito público.
Leer más...
No hay comentarios :
Publicar un comentario