Un defensor de las dictaduras pide “democracia” en Valencia

Es de pena; en Cuba unas indefensas mujeres, las Damas de Blanco, son bloqueadas, secuestradas en sus viviendas, mientras turbas organizadas por el dictador Raúl Castro las acosan y agreden, opositores pacíficos son detenidos, secuestrados, por exigir democracia y derechos humanos.

Al mismo tiempo en Valencia , España, un defensor de la dictadura cubana, Alberto Ordóñez, trata de “revolucionar” Valencia, agitando a los jóvenes, llevándolos a la violencia intransigente, defendiendo derechos ( lo cual es válido en democracia) que en Cuba están vetados y donde una simple manifestación de estudiantes, pidiendo que reparen las instalaciones, que tengan internet libre, que puedan asociarse de manera independiente, reclamando una educación de calidad, exigiendo una calidad de educación , está fuera de los “derechos” que Castro le “permite” los cubanos. Ordoñez al salir de una reunión con la delegada de Gobierno declaró : Fue “ «frustrante. Percibí que en nuestro país falta democracia». Si no fuera por lo dramático de la situación me partiría de risa. No se puede permitir que los “derechos humanos y las libertades” sean convertidos en armas por aquellos que, cuando cogen el mando , no pirerden tiempo en eliminarlos.

No hace mucho tiempo en la Escuela Latinmoaméricana de Medicina en Jagüey Grande el gobierno fue capaz de sitiar el centro con tropas antimotines altamente equipadas para impedir unas simples protestas de estudiantes extranjeros. Hace pocos días el opositor pacífico, José Daniel Ferrer fué secuestrado en plena calle y “desaparecido” sin que nadie fuera informado de su paradero. Es de un cinismo monumental que este activista estudiantil, o mas bien agitador , se dedique a hacer propaganda de regímenes enemigos de las libertades como Cuba y Venezuela. Nada que simplemente se le ha visto el plumero. Como se le vió a la Camilita chilena. Todo lo demás es predecible. Olga Mas Tamargo desde Valencia para Cubaout.

ABC/ Un seguidor de Castro al frente de la

A Alberto Ordóñez le han entrevistado esta semana hasta en Telesur, la cadena de televisión de referencia de Hugo Chávez. No en vano, el cabecilla de las revueltas estudiantiles de Valencia se declara seguidor del mandatario venezolano. En apenas unos días, Ordóñez ha pasado del anonimato a convertirse en el símbolo de una revuelta por el que compiten las fuerzas políticas de la oposición en la Comunidad Valenciana.

Su imagen altavoz en mano proclamando que «las calles de Valencia van a arder a sangre y fuego» contrasta con la que ofrece en la distancia corta. Correcto y educado, habla de usted a su interlocutor pero se mantiene firme. «No me arrepiento de mis palabras. Fueron una reacción a un represión brutal de la Policía. Esa espiral de violencia fue el detonante de todo», según explica a ABC. Ayer, las protestas continuaban, centradas en el asedio al domicilio de la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá.

Aunque PSOE, IU y Compromís pugnan por atraer al joven referente estudiantil, la ideología de Ordóñez se presenta más escorada. Simpatiza con Amaiur y, además de a Chávez, tiene al dictador cubano Fidel Castro entre sus dirigentes de cabecera.

Dice tener veinte años y estudia un grado superior de integración social en un instituto de Formación Profesional de Valencia, cuyo nombre oculta por temor a posibles represalias. «Estoy amenazado por grupos de extrema derecha».

La jueza que le tomó declaración le dejó en libertad provisional con cuatro cargos: atentando a la autoridad, resistencia, desobediencia y hurto. Respecto a los tres primeros delitos que se le imputan, el líder de la revuelta tiene claro que son fruto de «mi condición de presidente de la Federación Valenciana de Estudiantes. Me identifiqué como tal y los agentes me dijeron que disolviera la manifestación. Me negué —relata—, me pusieron las esposas y me metieron dentro de un furgón».

Mensaje al PP

Ordóñez pasó el calabozo a desarrollar una agenda frenética. En una semana ya se ha visto cara a cara con la delegada del Gobierno. Una reunión que resultó «frustrante. Percibí que en nuestro país falta democracia». Pese, a ello, el pasado jueves asistió desde la tribuna al pleno de las Cortes Valencianas invitado por el PSPV, cuyo líder, Jorge Alarte, fue dirigente de la asociación que preside Ordóñez, que pese a todo insiste en negar la politización de las protestas: «Ojalá el PP apoyara nuestras reivindicaciones».

Fuente: cubaout