Carta abierta a la alcaldesa de Castellnovo, Teresa Gonzalvo

No sé cómo agradecerle la importancia que me da y el tiempo que dedica a analizar mi papel como concejal del Ayuntamiento, ya que sin pretenderlo produce la sensación de que el alcalde siga siendo yo y quien está en la oposición sea ud., nada más lejos de la realidad.

Creo que transcurrido un año desde la renovación municipal en nuestro pueblo, es momento de que se vaya dando cuenta que no se puede pasar cuatro años criticando a la oposición por mucho que le apetezca hacerlo. No se elige a un cargo público para eso, sino para trabajar y gestionar, por y para un pueblo, a no ser que sirva de excusa para tapar carencias o falta de iniciativa propias.

Deje de estar tan pendiente de mí, de mis amistades y de con quién voy por la calle. De verdad que esas cuentas no me las va a llevar Ud. - sólo faltaría - y por supuesto pertenecen a mi vida personal, en la que de ninguna manera le voy a dejar entrar, puede estar segura. De la misma forma que tampoco voy a entrar en la suya, ya que cuento con otros argumentos, más válidos y respetuosos.

No me importaría nada darle la razón en todo, aunque parece no razonar antes de hablar, ni pensar antes de criticar, si ello sirviera para hacer algo bueno por el pueblo, que es para lo que realmente la han elegido, por si aún no se ha dado cuenta.

Ni siquiera le voy a decir lo que comentan de Ud. algunas personas afines a su partido. Sería muy fácil entrar en su juego, pero no es mi estilo, pienso que ya es bastante fracaso personal ser una decepción en tan poco tiempo.

Como tampoco me costaría nada publicar las respuestas a la invitación del día de la ermita, son su mejor reflejo, porque como todo el mundo sabe, su comportamiento con nosotros como grupo político y conmigo como Portavoz no ha podido ser peor.

Sin embargo, la han elegido para gobernar y a nosotros para ser la oposición, todo dentro de los límites que marca la democracia y el respeto debido cada uno en sus posturas.

Pero algo muy distinto es meterse con mis amigos, o con quienes van conmigo a almorzar, o por la calle. Mis amigos meren mi mayor consideración y por supuesto están todos muy por encima de ud. por muy alcaldesa que sea. Y ya sabe que en ese terreno debe tener cuidado porque ahí, me encontrará siempre defendiéndoles.
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Por cierto, me parece de mal gusto para Ud. la calificación de “muerto”. ¿No cree que se ha pasado un poco? Lo único que no entiendo es que usted qué me considera políticamente tan muerto, me dedique tantas atenciones. Sinceramente pienso que aún va a tener que darme las gracias, porque si realmente llego a estar tan muerto, no sé lo que usted habría hecho o de lo que habría hablado durante todo este año. Llegamos a la misma conclusión, no se puede presumir de lo que se carece.

Quizá sea más fácil hacerle reflexionar acerca de sus impulsivas respuestas, que nada aportan de bueno a la convivencia en Castellnovo y que dado su carácter religioso bien podría preguntarse a sí misma, con sinceridad, si lo que hace le parece que estaría bien a los ojos de Dios.

Jorge Picó Sánchez