Casimiro: “La muerte no es el final”, 500 feligreses arropan al Obispo Casimiro en la Misa de Todos los Santos de Segorbe

Don Casimiro López, Misa de Todos Los Santos Camposanto Segorbe 1 de Noviembre

Un año más, el Obispo de Segorbe Castellón, Don Casimiro López ha visitado camposanto para reunirse con los feligreses segorbinos, en una tarde soleada y con muy buena temperatura, el prelado estuvo acompañado de varios sacerdotes venidos de Castellón y la presencia de Don Miguel León, párroco de Santa María de Segorbe. Alrededor de 500 personas y el alcalde de Segorbe a titulo personal, estuvieron presentes hoy 1 de noviembre en la Misa ofrecida con motivo de la festividad de Todos los Santos.

Jóvenes mujeres católicas acompañan al Obispo

El Obispo y Rafael Calvo

En su homilía, Don Casimiro López ha pedido invocar a Dios por intercesión de todos los Santos con toda la fe, esperanza y caridad que podamos reunir los cristianos, rogándole fuerza para fortalecer nuestra voluntad y purificar nuestra fe. "No estamos movidos aquí en el cementerio sólo por el dolor, estamos aquí movidos por la fe" Nuestros difuntos no pueden ser un mero recuerdo, de algo que pasó", Casimiro expresó con sus palabras que "Debemos tener presente a la oración de este día por nuestros difuntos, que junto con el recuerdo y el cariño, sube hasta los oídos de Dios Padre que no quiere que nadie se pierda y nos une a todos en una sola familia, una sola iglesia, un solo pueblo, el de los redimidos por la sangre del Hijo.

El prelado finalizó su sermón diciendo que "Somos prergrinos en esta vida, la muerte no es el final, es la puerta para gozar de esa plenitud del Señor  y pidió a la Virgen que nos ayude y proteja en ese recuentro con Dios Padre, Dios Hijo e Espiritu Santo".

Evangelio según San Mateo 5,1-12a. 1 de Noviembre:Todos los Santos 

Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.