Le espetó: “Si no quitas la denuncia te vas a ir a tu puto país... Vas a sufrir toda la vida en una silla de ruedas”. El acusado la llamaba por teléfono y le ponía canciones en cuya letra se escuchaban los insultos “puta” y “zorra”.
Un hombre ha sido condenado por la Audiencia Provincial a dos multas de 155 euros por amenazar, injuriar y coaccionar a su abogada de Segorbe a la que debía 18.000 euros por tramitarle unos asuntos penales y laborales con anterioridad. El acusado le envió a la letrada mensajes ofensivos y hasta la llamaba y le ponía música rap con letras insultantes en las que se escuchaban las palabras “puta” y “zorra”.
Según se desprende de los hechos probados que aparecen en la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo, la letrada perteneciente al Colegio de Abogados de Castellón, tuvo una relación laboral con el ahora condenado. Así, intentó cobrar una minuta profesional por los servicios prestados por lo que tuvo que interponer finalmente una demanda por dicho motivo, con la única intención de que su cliente le abonara la deuda pendiente.
Como consecuencia de ello, a partir de un día determinado, la abogada empezó a recibir numerosas llamadas telefónicas en las cuales al descolgar se oía una canción de rap cuya letra tenía palabras como “zorra” o “puta” y otras frases malsonantes que crearon en la letrada una sensación de miedo y de temor. Las llamadas eran realizadas desde el teléfono móvil del acusado, según reza el documento judicial.
Asimismo, prosigue el texto, la abogada afectada también recibió un mensaje desde un número de teléfono propiedad del acusado en el que le dijo: “Puta de mierda, en 15 días si no quitas las denuncias te vas a ir tu puto país, extranjera de mierda. No vas a vivir tranquila, vas a sufrir toda la vida en silla de ruedas”.
Del mismo modo, el acusado, en otra ocasión, como indica la sentencia judicial, remitió otro mensaje dirigido al teléfono de la denunciante, desde una cabina pública de la localidad de Segorbe, en el que le decía: “Tráeme 500 gramos de cocaína al mismo lugar. ¡Tengo el dinero!”.
Los magistrados también le imponen al acusado el pago de las costas procesales y del recurso.
El condenado durante el juicio, que se celebró en el juzgado de Vila-real, se limitó a negar los hechos y culpar a terceros. Un extremo que para los magistrados de la Audiencia no es creíble.
Fuente: elperiodicomediterraneo.com
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