Moliner: “El Gobierno cierra una pesadilla socialista en Castellón que deberemos pagar todos los españoles”

“Se cierra una pesadilla socialista en la provincia de Castellón que deberemos pagar todos los españoles”, ha asegurado el presidente del Partido Popular de la provincia de Castellón, Javier Moliner, tras hacerse oficial que el Gobierno ha dado una solución definitiva para que el Proyecto Castor deje de sur un problema para la comarca del Maestrat y por lo que habrá que pagar a la empresa gestora, ACS, 1.350 millones de euros.

 “El Gobierno del PSOE blindó el proyecto Castor con unas clausulas totalmente excesivas que vamos a tener que pagar todos los españoles. El Gobierno del Partido Popular intentó recurrirla al Tribunal Constitucional para que estas clausulas no siguiesen vigentes en caso de negligencia o dolo, pero fue imposible por las cláusulas impuestas por el PSOE. En esta tesitura, el Gobierno del PP intentó pelear por que fuera menor la cantidad a devolver. Finalmente son 1.350 millones de euros, una cifra astronómica, que supone toda la inversión en la provincia de Castellón desde que estamos en democracia. Al menos el pago se ha conseguido dilatar en el tiempo para que en vez de en 10 se haga en 30 años, de forma que la carga para los ciudadanos sea menor”.

“El Partido Socialista priorizó en su momento el Castor y las desaladoras, que no sirven de nada, y con esta misma inversión hubiésemos podido cubrir todas las necesidades que tiene la provincia de Castellón ahora mismo. Es momento, por tanto, de exigir responsabilidades a quienes nos han metido en este lío, por la dejadez y el mal hacer de un Gobierno socialista que aún a fecha de hoy no ha salido a dar explicaciones ni a pedir disculpas”, ha lamentado el líder provincial.

 “Desde el primer seísmo, desde la Diputación de Castellón estuvimos en contacto con el Ministerio de Industria, a los que trasladamos que no estábamos dispuestos a poner en riesgo, en primer lugar y como lo más importante, la seguridad de las personas que vivían en la zona, así como tampoco a poner en riesgo la economía de la comarca, ya que los temblores eran un claro riesgo que podía ahuyentar inversores y visitantes potenciales”.