Los medios oficiales nos engañan. Madrid solo tiene la capacidad hotelera de 80.000 personas y se ha difundido la cifra de 3 millones de asistentes al Orgullo Gay Mundial. No tiene sentido. Navarra Confidencial nos da una cifra más aproximada: 50.000 participantes (los que hubo en 2010) se acercaría un poco más a la realidad.
Sorprende que los medios hayan ninguneado al movimiento provida cuando ha reunido tantos manifestantes al menos como el World Pride de Madrid 2017. Se silencia lo que se quiere obviar y se proclama lo que se quiere proclamar. La dictadura mediática y partitocrática sigue haciendo de las suyas para controlar las consciencias. Se sabe que la mayoría arrastra. Si no la hay, pues el discurso oficial está dispuesto a inventarlo.
Y desde luego que hay que inventar una cifra tan astronómica. Las fiestas del Orgullo son una vergüenza en lo que a decencia y etiqueta se refiere. Los madrileños han tenido que aguantar a personas semidesnudas reclamando con su cuerpo unos derechos que ya tienen más que garantizados por el Estado.
Fuente AhoraInformación
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