Falange se abraza al municipio y abomina del centralismo derechista

Falangistas apuestan por los ayuntamientos como canal natural de participación ciudadana y de convivencia.

Falange Española de las JONS rechazo en su momento la Ley de Bases del Régimen Local del gobierno del PP, por ser, en la práctica, un ataque directo a la autonomía municipal. La derecha buscaba recortar el poder municipal en favor de una centralización del poder institucional, apoyándose en la privatización de servicios como ineficaz fórmula para salir de la crisis.

Un canal natural de participación ciudadana y de convivencia como el municipio, es la piedra angular de toda organización territorial del Estado. Pero en una España esclerótica, cuya Unidad pasa por el arbitrio de sus dirigentes políticos, la fortaleza del poder municipal es la única garantía de que se mantengan ciertas condiciones de igualdad entre españoles, en un momento en el que se trata de diferente forma a los que han nacido en una u otra autonomía.

Además, es precisamente en los municipios donde debe invertirse, estructurarse lógicamente y optimizarse recursos, por ser precisamente el escalón administrativo más cercano al ciudadano, el que articula su vida social y el que agrupa a particulares, empresas y colectivos de diferente índole.

La Ley de Reforma de Bases Locales que el PP sacó en solitario es una medida que no ajusta a las necesidades reales de los municipios españoles. Elaborada desde el punto de vista de la Hacienda Pública, denosta aspectos esenciales como la financiación de los servicios sociales,y deja la puerta abierta para privatizar algunos servicios esenciales como las basuras o la distribución de agua.

 Por otro lado, limita algunas competencias a los ayuntamientos,cuando precisamente es el órgano que más hay que fortalecer por ser el más cercano a los vecinos, en favor de las diputaciones, órgano paternalista que concede más o menos apoyo dependiendo de los colores políticos del momento.

El camino no es cortar la cabeza a los ayuntamientos. España debe reconsiderar su estructura administrativa: eliminar duplicidades, suprimir autonomías, y potenciar la comarcalización como mecanismo de aprovechamiento de los recursos, si las mancomunidades de vecinos, riego, montes, funcionan porque no ha de ser igual con ayuntamientos.

Pero sobre todo, España debe recortar en políticos profesionales y en partidos políticos, el que quiera un partido que se lo pague, a ver porque un votante sin adscripción política directa tiene que contribuir al mantenimiento de partidos. Ellos roban el dinero de los españoles, ellos lo malversan, y nunca lo devuelven. Reorganizar los ayuntamientos que fué lo que plantearon y no lo están llevando adelante, de todas formas eso es solamente poner un parche sobre un cráter.

Comunicación FE JONS Castellón