7.6.06

INTERESANTE ARTICULO DE MIGUEL BARRACHINA PUBLICADO EN PERIODISTA DIGITAL

LA DIVISION EN EL PSOE

No es posible que un partido político abdique de sus principales postulados sin merma de su cohesión interna. Lo que está haciendo Rodríguez Zapatero con el modelo territorial, es decir con España, merece una severa escisión.

ZP, que como las siglas de su partido indican, lidera una formación española, ha creado dos nuevas naciones, Cataluña y Andalucía, y se apresta a crear la tercera, la Vasca, en negociación directa con los terroristas.Va a incumplir, por tanto, la Ley de Partidos que él mismo promovió, sentándose a negociar nuestros derechos con una organización criminal, Batasuna, obviando que el Tribunal Supremo la declaró ilegal por ser parte de la banda terrorista ETA.

Zapatero ha recibido ya las críticas de destacados socialistas Rosa Díez, Gotzone Mora, Redondo Terreros o Joaquín Leguina, y lo tuvo que escuchar también de Alfonso Guerra cuando afirmó que “…algo parecido ocurrió en el momento de disolución de la URSS, en el que los dirigentes comunistas se envolvieron en las banderas nacionalistas…”, en referencia a lo que hacen sus compañeros aquí y ahora.

Pero haberlo oído de Felipe González, debe ser más duro. El anterior presidente reconoce que el Estatuto de Cataluña se hizo “muy mal” y advierte que “HB lo que tiene que hacer es denunciar y renunciar a la violencia; entonces podrá participar en la vida política, y si no es suficiente para ellos, pues será su problema”.

Esto es, González piensa igual que la mayoría de españoles y como ZP hasta hace unos días, primero el abandono del terror y su denuncia y después poder presentarse a las elecciones. Ese es el único precio a pagar si hay abandono definitivo del terror; poder participar de la vida política, pero nada más, ni amnistías, ni perdones, el asesinato no tiene premio.

Zapatero no sólo ha traicionado la confianza que en él depositó Mariano Rajoy, sino la de todos sus compañeros que le han oído decir en el debate del Estado de la Nación (25-5-2006) que “ETA debe disolverse, debe abandonar las armas y…sólo en ese momento el Estado podrá escuchar y dialogar con quienes han estado en la violencia”.

Por eso no es extraño que ante la traición a sus principios, que supone la negociación previa a la disolución, surjan partidos en la izquierda como Ciutadans de Catalunya, de Albert Boadella y, el recientemente agredido, Arcadi Espada, que no se explican como bajo presidencia socialista en Cataluña, el castellano, lengua materna del 51% de sus niños, se relega a la condición de idioma extranjero en el sistema educativo.

No es de extrañar que socialistas como Maite Pagazaurtundua hayan anunciado su presencia el próximo sábado a la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que tiene como lema “Negociación en mi Nombre No” en la que estaremos muchos otros.

Esta situación no es sostenible, ni si quiera en el medio plazo, o ZP frena su proceso de disolución nacional o su partido se fractura.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

La división del PSOE, dolorosa para quien se siente español y no es otra cosa que un obrero, maunual o intelctual, la ha provocado la insensatez de ZP. Ninguna falta hacía promover un nuevo Estatuto en Cataluña (o Catalunya) ni meterse a negociar un derecho de aitoderminación con una banda canalla y sin escrúpulos. Todavía más en tanto que sus miembros mantienen actitudes ofensivas para el conjunto de la nación española. Ahora la traca ha empezado a sonar y veremos quién la para...
Rosa Díez, Maite Pagazaurtundua, Rodriguez Ibarra, Nicolás Redondo y hasta Felipe González: ése es el PSOE. A ver si se enteran los que tildan a cualquiera de fascista y no toman ejemplo de los miembros más dignos de su partido.

"El que estuvo en casa Labra"

Anónimo dijo...

Se diga lo que se diga es evidente la fragmentación cada vez más creciente del PSOE, hay que ser realistas. Ejemplo de ello es ver simplemente a su Presidente y al antiguo Ministro de Defensa, que por mucho que diga, se fue por que es de los que defendían la unidad de España frente a la política de Zapatero & company, que acatan las órdenes de Maragall y de los etarras. Este ejemplo a mi juicio es bastante ilustrativo. Así ocurre con mucha de la política del PSOE en materias como la relación Iglesia Estado, la religión en las aulas y un largo etcétera. El PP en cambio, excepto en momentos muy puntuales ha demostrado siempre una indiscutible unidad.