El Ayuntamiento de Segorbe ha iniciado los trámites para la repatriación de los restos mortales del escritor, novelista y dramaturgo Max Aub que están enterrados en México, país al que se exilió al finalizar la guerra civil española.
En una de sus últimas obras, La gallina ciega, Aub escribió: "A España volveré, hecho polvo, pero volveré". Con esta afirmación como base, el alcalde de Segorbe, Rafael Calvo, comenzó unas gestiones que, obviamente, tuvieron como primer contacto, las tres hijas del escritor, quienes pusieron dos condiciones. La primera se refiere a que se cumpla, estrictamente, el deseo plasmado en la obra y que no sean restos óseos los que "vuelvan" a España, sino que "vuelvan" sus cenizas. De esta manera sería necesaria la incineración de los restos. La segunda condición expuesta por las hijas del autor, cuyo centenario del nacimiento se celebra este año, fue que, junto a su padre, "volviera" su madre: Perpetua Barjau.
Tras el consentimiento de las hijas, Calvo trasladó, hace diez meses, su intención al presidente del Gobierno, José María Aznar, con el que coincidió en Madrid al inaugurar una exposición sobre las relaciones de Picasso y Max Aub. Aznar se comprometió a apoyar la iniciativa, pero dejando estos trámites a los responsables de la Generalidad valenciana.
El actual consejero de Cultura, Esteban González Pons, ha sido quien ha realizado la última gestión al requerir a la embajada española en México los informes pertinentes para proceder a la petición oficial al Gobierno mexicano. Calvo admitió la existencia de dificultades puesto que "tanto Aub como su esposa murieron con nacionalidad mexicana y en su testamento no dejan expresado su deseo, por lo que el único testimonio de su voluntad es su escrito".
Fuente: El Pais
En una de sus últimas obras, La gallina ciega, Aub escribió: "A España volveré, hecho polvo, pero volveré". Con esta afirmación como base, el alcalde de Segorbe, Rafael Calvo, comenzó unas gestiones que, obviamente, tuvieron como primer contacto, las tres hijas del escritor, quienes pusieron dos condiciones. La primera se refiere a que se cumpla, estrictamente, el deseo plasmado en la obra y que no sean restos óseos los que "vuelvan" a España, sino que "vuelvan" sus cenizas. De esta manera sería necesaria la incineración de los restos. La segunda condición expuesta por las hijas del autor, cuyo centenario del nacimiento se celebra este año, fue que, junto a su padre, "volviera" su madre: Perpetua Barjau.
Tras el consentimiento de las hijas, Calvo trasladó, hace diez meses, su intención al presidente del Gobierno, José María Aznar, con el que coincidió en Madrid al inaugurar una exposición sobre las relaciones de Picasso y Max Aub. Aznar se comprometió a apoyar la iniciativa, pero dejando estos trámites a los responsables de la Generalidad valenciana.
El actual consejero de Cultura, Esteban González Pons, ha sido quien ha realizado la última gestión al requerir a la embajada española en México los informes pertinentes para proceder a la petición oficial al Gobierno mexicano. Calvo admitió la existencia de dificultades puesto que "tanto Aub como su esposa murieron con nacionalidad mexicana y en su testamento no dejan expresado su deseo, por lo que el único testimonio de su voluntad es su escrito".
Fuente: El Pais
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