El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha puesto en marcha esta mañana las nuevas instalaciones de la estación depuradora de aguas residuales de Soneja, tras una inversión provincial de 745.600 euros, con las que se garantiza el desarrollo sostenible del municipio durante las próximas décadas.
Esta importante actuación, muy reivindicada en el pueblo por ser trascendental en el crecimiento tanto urbano como industrial, permite pasar de tratar 400 metros cúbicos de vertidos al día a 1.000 metros cúbicos, un 60% más. Así, la infraestructura se adecúa a las previsiones del Plan General de Ordenación Urbana de Soneja, prestando servicio a sus más de 6.000 vecinos y decenas de empresas.
Moliner, que ha supervisado todas las mejoras en compañía del alcalde de la localidad, Benjamín Escriche, ha destacado en su intervención que “en pleno siglo XXI ni podemos seguir vertiendo agua sin tratar a nuestro entorno natural, ni podemos condicionar el crecimiento de nuestros pueblos por no disponer de infraestructuras fundamentales como las depuradoras. Por eso, en la Diputación de Castellón estamos llevando a cabo el impulso definitivo para que ningún pueblo se quede sin tratar sus aguas y no deje escapar ninguna oportunidad de futuro”.
Por su parte, el primer edil de Soneja, Benjamín Escriche, ha destacado “la sensibilidad que la Diputación ha tenido con Soneja al atender esta obra tan necesaria para el municipio. Agradezco el esfuerzo económico que ha realizado y el trabajo, especialmente de la oficina técnica de la Diputación, que durante estos años ha estado colaborando con nosotros y hoy, ante el presidente, quiero reconocer todo ese trabajo, así como el de los trabajadores de la planta, que ahora verán notablemente mejoradas las condiciones de estas instalaciones”.
Las obras han consistido, principalmente, en la construcción de un pozo de bombeo de entrada, de un pretratamiento automático, un reactor biológico circular y un decantador secundario dinámico. La actuación se completa con un pozo de bombeo para purga y recirculación de fangos, un espesador y eras de secado, además de las instalaciones eléctricas y obras de urbanización necesarias.
Una actuación que ahorrará además al consistorio la sanción anual que la Confederación Hidrográfica del Júcar le venía imponiendo porque la anterior instalación no tenía suficiente capacidad de depuración para el volumen de aguas y residuos que tenía que tratar.
Redacción/El Informal Segorbino
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