25.12.06

Reflexión de otra Navidad sin Justicia Social en España

Creedme que me encantaría hablaros de una Navidad estilo Norman Rockwell, aquel artista americano que pintaba -como nadie en su estilo- las Navidades del american way. Mirad una de sus estampas navideñas: todo respira paz familiar, tranquilidad en un hogar que nadie es capaz de perturbar.

"España carece de armonía. Al menos, de la armonía necesaria para celebrar despreocupadamente estos días. Existe un evidente trasfondo de preocupación, malestar social y tristeza: de falta de Justicia"



El mundo anglosajón ha implantado esas imágenes en nuestra retina. Un mundo sencillo de buenos y malos que, justo en estas fechas señaladas, establece un paréntesis equilibrado de armonía: chimenea rockwelliana mientras la nieve cae fuera y se puede ver por la ventana. Por desgracia, la realidad española dista mucho de ser una estampa de Norman Rockwell. Demasiadas aristas cercan nuestra Noche de Paz. Demasiados conflictos nublan nuestra esperanza navideña en este año 2.006. Este año ha sido duro y, sin embargo, llegó la Navidad otra vez, como si con ella no fuera la cosa. Grandezas y miserias de estas fechas. Y eso que tenemos la suerte -espero por vuestra salud mental- de no volar en Air Madrid. Ese salvaje viaje a ninguna parte que está poniendo la guinda al año que se va.

España carece de armonía. Al menos, de la armonía necesaria para celebrar despreocupadamente estos días. Existe un evidente trasfondo de preocupación, malestar social y tristeza: de falta de Justicia. Ello no obstante, y por supuesto, la celebraremos. Regalos, comida y Navidad.

Celebraremos la Navidad, aunque suban los tipos de interés y aumente el volumen de población que vive en la pobreza o, al menos, en el umbral de ella. Celebraremos la Navidad, aunque la práctica mayoría de nuestros ciudadanos carezcan del elemental derecho de acceso a la Vivienda. Celebraremos la Navidad, aunque nuestros soldados se encuentren muy lejos, sirviendo intereses extraños dentro de conflictos ajenos. Celebraremos la Navidad, aunque existan formaciones políticas que, también durante estas Fiestas, sigan planeando las mil y una maneras de acabar con España. Celebraremos la Navidad, aunque buestra identidad cultural y nacional esté amenazada. Celebraremos la Navidad siempre... porque España y yo somos así, Señora...

Y es que el año viene interesante. Fascinante desde un punto de vista político. Elecciones Municipales en Mayo. Acontecimiento de trascendencia directa en la vida de nuestro Pueblo. También promete ser interesante contemplar como intenta Zapatero salir del embolado del proceso de paz... asesinos nacionalistas vascos convertidos, por arte y porrazo, en campeones de la paz universal... ¿el Nobel para Otegui? ¿por qué no? Recordad que también se lo dieron a ese tremendo pacifista del sionismo llamado Menahem Begin. Vaya pareja amigos... mejor no bromear con estas cosas, entre otras cosas porque no tienen gracia. Ninguna.

Demasiados problemas sociales y políticos para una Blanca Navidad. Una Navidad sin Justicia. Sin embargo, una vez más, nos volverá a emocionar la luz y la música, el reencuentro y la ausencia. La Navidad, en definitiva, que sigue estando ahí, esperándonos como cada año. Siempre y cuando no la pille -claro está- alguna Directora de Instituto y nos la tire a la basura, en aras de un bien entendido seguimiento de la alianza de civilizaciones zetapera. Porque, hasta en materias tan simples como esta, existen complejos cursis de los tontos de siempre. Estos son capaces de renegar de la Navidad para que no se enfaden nuestros amigos integrados. Cambian nuestra Historia y pretenden cambiar nuestras costumbres.

Ha sido muy duro lo de la Directora del Instituto. Lo del Portal de Belén tirado a la basura. Esta actuación refleja ese modo oficialista de enfrentarse a la Historia de España y a sus ancestrales tradiciones navideñas... Memoria Histórica presente, pasada y futura. Y es que existe todo un conjunto de españoles trabajando activamente para dejar de serlo. Una Quinta Columna al servicio de intereses oscuros, frente a la que estamos respondiendo activamente desde donde nos dejan. Los problemas son graves, pero nuestra respuesta está dando la talla.

Por eso -hoy más que nunca- adquiere vigencia esa vieja consigna falangista... “ni un hogar sin lumbre ni un español sin pan”. Porque existen hogares sin calor y españoles sin pan, y porque nos acordamos de ellos -más si cabe- siempre en estas fechas. A todos... FELICES NAVIDADES, en el deseo de hermandad entre todos nosotros. Pese a quien pese y moleste a quien moleste.

Sección Opinión de "El Informal Segorbino" por la "plataforma azul del palancia"

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