El Informal Segorbino.Valencia (1 de febrero de 2007). Política cultural PSOE. Juan E. Sanchis Girbés.En el Salón de Actos de la Beneficiencia, precedido por una rueda de prensa, bajo el lema “Cultura + Progés = Llibertat” , el jueves, día 1, tuvo lugar el acto de presentación de lo que serán las líneas generales del programa cultural del PSPV – PSOE, con la inclusión de una interesantísima “miniconferencia”, que podríamos denominar por nuestra cuenta Socialismo y cultura, pronunciada por doña Carme Chacón, vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados y Secretaria Federal de Cultura del Partido Socialista Obrero Español.
El contenido esencial del acto y el orden de intervención de los ponentes fueron expuestos por doña Ana Noguera, diputada autonómica en las Cortes Valencianas y Secretaria Autonómica de Cultura del PSPV-PSOE.
Hizo uso de la palabra, en primer lugar, doña Carmen Alborch, entre otros muchos cargos habidos en su periplo político, ex ministra de Cultura en el Gobierno de Felipe González (V Legislatura) y actual candidata a la Alcaldía de Valencia en las próximas elecciones municipales y autonómicas.
Doña Carmen Alborch pronunció un discurso, breve, preciso y conciso, ora en valenciano, ora en castellano, en el que hizo hincapié en el “principio de las tres tes: TTT” (talento, tecnología y tolerancia), especie de puntó de apoyo en el que basó su potencial actuación política. Criticó la gestión cultural de doña Rita Barberá por varios motivos: uno de ellos, la falta de asistencia a las bandas de música, de inveterado arraigo en estas tierras. Propuso, asimismo, la creación de un Consejo de las Artes y censuró la falta de libros en las bibliotecas municipales (se precisa, al menos, 1,5 libros por habitante), así como la no completa dotación de ordenadores conectados a Internet. Sintetizó su charla con una aseveración de contenido axiológico: “la cultura es el alimento del espíritu”.Joan Ignasi Pla disertó todo su tiempo en vernácula. Fue el suyo un discurso sobrio, sin alharacas, de contenido más belicoso respecto al mandato del Partido Popular, al que ha acusó de hacer una política de “resplandor”…: “el resplandor de Valencia”, dijo, enfatizándolo semánticamente como una especie de “hoguera de las vanidades”. Asimismo fue muy ácido para con RTVV, achacándole a Punt 2 (el segundo canal autonómico, de programación más culta) ser una mera cobertura de las apariencias. Asimismo, acusó al ente televisivo de parcialidad y ejercer un continuo “desprecio” de la lengua autóctona. Amén de todo esto, reiteró la falta de recursos del actual gobierno autonómico para llevar adelante proyectos culturales sugestivos.
Carme Chacón, dentro de la brevedad que le imponían las circunstancias, hizo un brillante uso de las metáforas y de las citas literarias, filosóficas y cinematográficas. Para empezar, exhortó a los asistentes a meditar sobre el paradójico hecho de la diferencia numérica de resultados obtenidos, utilizando en Internet el buscador Google, según se rastreara al escritor Carlos Fuentes o a la actriz París Hilton. Chacón, medio catalana, medio almeriense (según ancestros, toda su conferencia en castellano...) fue a dar con el cogollo del meollo del bollo cuando hizo referencia a un pasaje emblemático de la película del director Carol Reed (tal vez del propio Orson Wells) El tercer hombre, según novela del mismo título del escritor Graham Greene. En el citado pasaje (de gran calado), el misterioso “tercer hombre”, un tipo sin escrúpulos morales que traficaba en la Viena de la posguerra con penicilina adulterada, Harry Lime (Orson Welles), al pie de una noria, le dice al escritor, medio realista, medio idealista, Holly Martins (Joseph Cotten): "En Italia, cuando mandaban los Borgia, hubo mucho terror, guerra y matanzas, pero también fue la época de Miguel Ángel, de Leonardo da Vinci y del Renacimiento. En Suiza pasó lo contrario: hubo quinientos años de amor, de democracia y de paz. ¿Y cuál fue el resultado?... El reloj de cuco. Adiós, Holly”. Con esta cita, quiso la conferenciante poner de relieve que era consciente que la obra de arte (el hecho cultural, por extensión...) nace, en muchas ocasiones (tal vez como defensa) en contextos sociales muy duros o represores. Para ser más exactos, dijo que aflora de manera inexplicable: (“Es evidente que las grandes obras surgen de manera misteriosa”). También añadió que era sabedora de que si hubo pensadores tales como Platón y Aristóteles éstos lo fueron porque tenían tiempo sobrado para la contemplación y el ensimismamiento. a diferencia de los hombres llamados "corrientes".
Después hizo hincapié en la necesidad de tolerancia y permeabilidad con las culturas de los emigrantes. Es decir, hizo una especie de aseveración en el sentido de que las diversas etapas culturales nacen (valga la expresión) “por contagio”, y que éste es un hecho irreversible.
Acto seguido, censuró (sin demasiada dureza) al Partido Popular por haberse ganado la enemistad de la mayoría de los actores y cineastas. Y vino a resumir su intervención con dos máximas: la primera, que la razón de cualquier política es que la cultura sea un fenómeno de prosperidad social; y, la segunda, que, a pesar de que algunas obras maestras –como había dicho antes- surjan en tiempos difíciles, “no habrá cultura si ésta no es accesible a todos los ciudadanos”.PD.- Al finalizar el acto y pretender este redactor hacer unas fotografías a los conferenciantes, recordó sus tiempos en la facultad de Derecho de Valencia, cuando doña Carmen era decana y accedió ésta, así como la señora Chacón, a fotografiarse con él. Muchas gracias.
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