La siembra del odio a lo común ha cosechado un nuevo éxito; el Parlamento Catalán, o mejor, 68 de los 125 diputados autonómicos catalanes han decidido ignorar su historia, renunciando a una tradición catalana de más de cinco siglos y que llegó a contar con tres plazas de toros abiertas en la ciudad de Barcelona.
Es una lesión más que socialistas y nacionalistas se autoinfligen en Cataluña, piensan que así perjudican al resto de España pero el daño solo se lo hacen a sus vecinos, a los cien mil catalanes que asistían a las corridas, y los siete millones que tenía derecho a hacerlo, lo cual para mí, como patriota, no es menos.
De la misma manera que no habrá toros, pronto dejarán de verse películas en castellano en los cines, como respuesta de las productoras a la imposición política de cuotas lingüísticas, ya no se elije lengua en la educación, con el consiguiente aumento del fracaso escolar entre los castellanohablantes, se sanciona por no rotular en catalán y a los niños de las escuelas de verano dependientes del gobierno de Montilla se les prohíbe ver a la selección nacional.
Cataluña pierde libertades, Cataluña se empobrece. En 2009, cuando el Estatut se ejecutó sin límite constitucional, esta autonomía fue la 13 de las 17 de España en crecimiento de renta.
Cada nueva barrera, comercial, lingüística o cultural, como es el caso taurino, supone un empobrecimiento moral pero también económico que es más fácilmente cuantificable.
La nueva norma por la que se crean las veguerías, como intento inconstitucional de suprimir las cuatro provincias catalanas vigentes desde 1.833, solo tiene como intención distinguirse del
resto de España, inventando un nuevo hecho diferencial.
El nivel de demanda popular de este nuevo nivel administrativo era inexistente, pero también lo era el de un nuevo Estatut, solo pedido por el 5% de los catalanes, y finalmente el aparato mediático socialista-nacionalista y la negligencia de Rodríguez Zapatero lo han convertido en el mayor conflicto político-institucional de los últimos veinte años.
Recuperar las veguerías, cuyo resultado final será solo más coches oficiales y mayor gasto para la región más endeudada de España, que ya tiene dificultades para obtener préstamos, es tan estupido como si hoy restituyésemos el pontazgo, tributo que se pagaba al cruzar un puente en el medievo.
El cultivo de la diferencia y la falsificación histórica permite dividir naciones reales para generar otras inventadas.
Es una lesión más que socialistas y nacionalistas se autoinfligen en Cataluña, piensan que así perjudican al resto de España pero el daño solo se lo hacen a sus vecinos, a los cien mil catalanes que asistían a las corridas, y los siete millones que tenía derecho a hacerlo, lo cual para mí, como patriota, no es menos.De la misma manera que no habrá toros, pronto dejarán de verse películas en castellano en los cines, como respuesta de las productoras a la imposición política de cuotas lingüísticas, ya no se elije lengua en la educación, con el consiguiente aumento del fracaso escolar entre los castellanohablantes, se sanciona por no rotular en catalán y a los niños de las escuelas de verano dependientes del gobierno de Montilla se les prohíbe ver a la selección nacional.
Cataluña pierde libertades, Cataluña se empobrece. En 2009, cuando el Estatut se ejecutó sin límite constitucional, esta autonomía fue la 13 de las 17 de España en crecimiento de renta.
Cada nueva barrera, comercial, lingüística o cultural, como es el caso taurino, supone un empobrecimiento moral pero también económico que es más fácilmente cuantificable.
La nueva norma por la que se crean las veguerías, como intento inconstitucional de suprimir las cuatro provincias catalanas vigentes desde 1.833, solo tiene como intención distinguirse del
resto de España, inventando un nuevo hecho diferencial.
El nivel de demanda popular de este nuevo nivel administrativo era inexistente, pero también lo era el de un nuevo Estatut, solo pedido por el 5% de los catalanes, y finalmente el aparato mediático socialista-nacionalista y la negligencia de Rodríguez Zapatero lo han convertido en el mayor conflicto político-institucional de los últimos veinte años.
Recuperar las veguerías, cuyo resultado final será solo más coches oficiales y mayor gasto para la región más endeudada de España, que ya tiene dificultades para obtener préstamos, es tan estupido como si hoy restituyésemos el pontazgo, tributo que se pagaba al cruzar un puente en el medievo.
El cultivo de la diferencia y la falsificación histórica permite dividir naciones reales para generar otras inventadas.
Miguel Barrachina Ros
Diputado Nacional por Castellón
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5 comentarios :
Y si despertara el tito Paco...
Que viene el coco ,no?
Vendiendo miedo y confundiendo,...
Con la que le está cayendo a tus jefes.Mezquinillo
Inventándose enemigos como los USA,No? que si no son los indios son los árabes ,no?
Qué !; se te está acabando el discurso?
Los catalanes piensan y han prohibido lo que denuncia el resto del mundo menos del Ebro para abajo.
Los catalanes prohiben el sufrimiento del animal ,ya que tiene sistema nervioso durante los tercios de la jornada hasta que son aliviados con el estoque final.
Los catalanes no han prohibido el resto de actividades con toros ya que los animales no sufren tortura, algo que sí, se quiere recuperar para el caduco patriotismo local , un poquito de morbo y Gore junto con la Matanza del Puerco y la noche de Hallowen.
¿No tenéis otra foto de Miguel Barrachina?
Jo, que mala leche. Lo habéis sacado con la mirada perdida, como si estuviese planeando matarnos a todos.
Por favor, cambiar la foto.
...En Burgos no hay Tablaos Flamencos y eso no quiere decir que se quieran independizar.
Hace ya mucho, pero mucho tiempo, que Barrachina se dedica a pregonar sobre nonadas para distraer al respetable. Y encima hay quien dice sentirse orgulloso de tener en el Congreso a un diputado de la comarca y bla, bla, bla... que tiró la toalla hace ni se sabe y que sólo pretende entretenernos con discusiones bizantinas.
Al menos hay quien no tiene vacaciones para enfrentarse a la crisis y no bajarse del cañón.
Sr. Barrachina, lo que es verdaderamente una "Autolesión a la Comunidad Valenciana" es el gobierno del Sr. Camps y pandilla. Que podemos definir como paro y corrupció.
Cifras publicadas ayer por el (I.N.E.), mientras que la tasa de paro -media- en el Estado es del 20,09%, el paro en la Comunidad Valenciana alcanza el récord del 23,83%, la tasa más alta de España. En el segundo trimestre, el 57% de todos los parados de España es de la Comunidad Valenciana.
Corrupción: Se levanta el archivo del caso IVEX. Más de lo mismo, presunta malversación de fondos, fraude fiscal y falsedad documental. La Generalitat ocultó el contrato "B" que eleva de 375 millones de pesetas a 990 millones libres de impuestos, pagados a Julio Iglesias.
Con su anterior jefe, el que vino a la politica "PARA FORRARSE" Zaplana, se pagaba en cuentas númeradas en paraisos fiscales. En este caso se pagó en una sucursal del UBS en Nassau (Bahamas). En este caso está implicado el ex director del Instituto Valenciano de Finanzas, Sr. Uncio, ¿recuerda? este elemento pagaba, los rabanitos, refrescos, cuchillas de afeitar, Yogures,todo, todo, todo, lo que el pajaro consumia con dinero público.
Este es el verdadero problema, no los toros en Cataluña, el problema es que el Partido Popular, nos habeis dejado tiesos a los ciudadanos en la Comunidad Valenciana. Habeis dejado "PARO Y CORRUPCIÓN"
Salud y República.
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