30.8.10

Entradas de Toros y Caballos de Segorbe "LO QUE VA DE AYER A HOY"

Redacción/El Informal SegorbinoHasta El Informal Segorbino han llegado los ecos de la polémica suscitada por el anuncio de las fuertes sanciones que podrán imponerse alos que maltraten a los animales en los festejos taurinos; y sin terciar en la polémica vamos a transcribir un romance que evoca con cierta nostalgia las entradas de toros a mediados del pasado siglo.

Los protagonistas eran mozos, recién licenciados, de las quintas que habían hecho la guerra. Fue escrito en el año 1997 por un setentón, cuando las entradas de toros ya habían empezado a dejar de ser el pritino festejo que el genio del pueblo había recreado para exclusivo disfrute de los segorbinos.

LO QUE VA DE AYER A HOY

A Jaime Borrás, José Benedicto Y Manuel Hervás que aún conservan su plaza en la Entrada.

Las entradas no son hoy

igual que hace cincuenta años

cuando era la fiesta autentica

poder merendar pan blanco

la posguerra, el estraperlo

son episodios lejanos

y el tiempo de la juventud

nunca es un recuerdo amargo



Los setentones podemos

dar testimonio del cambio

sin juzgar si fue mejor

el presente que el pasado



el recorrido era el mismo

los caballos menos rápidos

el público mas viril

alguien diría más bárbaro

y los toros como siempre

cornudos y apaleados



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Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis..y siete con el manso

al salir de los mesones

ven como cierra el paso

el gremio de garroteros

con su mercancía en alto

y los toros que conocen

estas señales de tráfico

en contra de su querencia

de escaparse cuesta abajo

aunque mandan las derechas

doblan al lado contrario

casi siempre en sus designios

quedan cortos los gayatos

y salvada la barrera

a la puerta del juzgado

emprenden veloz carrera

junto toros y caballos

apenas corren cien metros

y aparece un nuevo obstáculo

paco roca gollori

como los mas veteranos

y manolo colás mosca





joaquin peñalver gusano

jaime borrás, pepe nina

quintos recién licenciados la mas bizarra cuadrilla

que nunca vieron los años

provistos de largas varas

se cruzan el mercado

y a la plaza del arroz

intentan meter el manso

los toros se arremolinan

escapan por cualquier lado

por la calle san diego

por la esquina del estanco

los caballeros nerviosos

sofrenan a los caballos

y tienen que dar la vuelta

mohinos y cabreados

mientras los mozos de a pie

causantes de su fracaso

les presentan su respeto

haciendo palmas de tango



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Así un día y otro día

entran toros rezagados

cuando no se marchan todos

y hay que ir al río a buscarlos

mejor que una entrada dos

dicen los aficionados

por que semana de toros

solamente hay una al año

los que se cansen de estar

de pie que esperen sentados

hasta que al final termine

la entrada sin ningún sobresalto

luego todo el mundo a comer

aunque sea con retraso

y julio chepa señor

de carreteros y carros

en el seguro pescante

del bar colon instalado

que invite a los caballistas a café copa y habano

¿han cambiado las entradas

o nosotros

somos los que hemos cambiado?


De siempre, como se detalle en el romance, la salida de los toros de la calle del Argén es uno de los momentos más emocionantes y peligrosos de la entrada.

Su destino es la plaza de los Mesones, donde esperan montados los caballistas; pero para llegar a ella hay que cruzar el principio de la calle de la Esperanza, cuya pendiente despierta la querencia de los toros a lanzarse velozmente cuesta abajo.

Tradicionalmente el gremio de garroteros (la calle de La Esperanza era su feudo) enarbolando, no garrotes sino gruesas y largas varas de latonero crudo, formaban un cuadro compacto a la manera de los piqueros del cuadro de "Las Lanzas" de Velázquez, para indicar a los toros cual era la dirección correcta.

Jamás, nadie osó tildar de maltratadores a los aguerridos garroteros, que, con el tiempo, pasaron sin tacha a ser historia.

Pero la curva de noventa grados que habían de doblar los toros a su salida del Argén para llegar a los Mesones, seguía siendo un punto neurálgico de la entrada, y, por lo tanto, alguien tenía que reemplazar a los desaparecidos garroteros... Así nacieron los que hoy se autodenominan "aventadores", por lo que no estaría de más que intentásemos desentrañar el significado de este neologismo segorbino de invención reciente.

Indudablemente "aventador" es el que avienta y aventar es echar aire a algo; también significa soplillo.

Ahora bien, en el habla segorbina "aventar" es sinónimo de "dar", "arrear" y "sacudir" y como nuestros "aventadores" no van a las entradas provistos de fuelles, abanicos o soplillos, sino de recios garrotes, aventar garrotazos tiene un indudable parentesco con maltrato.

¿No será esta una conclusión precipitada?

Creemos que si. La actuación puntual de los "aventadores" en un sitio de alto riesgo ¿no está encaminada a reducir la peligrosidad de la salida impetuosa de los toros del Argén y encauzarla hacia los Mesones?

La propia historia de la entrada avala esta interpretación. Segorbe fue una ciudad pionera en el respeto a los animales; la incorporación de los caballistas a las entradas en tiempos que el maltrato a la animales era parte inseparable de la fiesta, tenía como finalidad evitar o dificultar que los astados fueran apaleados durante las entradas. La prueba es que en todos los pueblos donde se celebran entradas de toros, la ausencia de caballos es notoria.

Ese es el origen -y el mérito- de la singularidad de nuestra entrada; ese es su mayor elogio y esa su mejor defensa contra las sospechas o imputaciones de malos tratos.

Dejemos, pues, que detractores y entusiastas polemicen: será difícil que nostálgicos e innovadores lleguen a ponerse de acuerdo.

Preguntemos, como en el romance: "¿han cambiado las entradas? ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

¡¡Que contesten jamoneros y charcuteros!!

Redacción/El Informal Segorbino/colaboración externa

7 comentarios :

Anónimo dijo...

"Segorbe fue una ciudad pionera en el respeto a los animales"

Ja Ja, como se puede ser tan falso, tan mentiroso y tan cínico. Si por algo destaca Segorbe es por su desprecio y burla a todo lo que signifique mejorar las condiciones de vida de los animales.

En mi vida había leído semejante barbaridad.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

¿¿¿Y no es maltratar a los caballos de la entrada el hacerles correr calle abajo y dandoles con las espuelas y con la vara o con la berga para que corran mas???
¿¿¿y es stres que sufren los caballos con la multitud y cuando tiran el cohete???
¿¿O es que los caballos estan ahí por voluntad propia???
¿¿¿y cuando sufren una cornada o una caida???

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Los que pegan a los toros, habría que pegarles a ellos con la misma fuerza.

Anónimo dijo...

Bonito poema que invita a la reflexión. Enhorabuena al autor.

Desde luego son muchas las cosas que han cambiado, y en cuanto al tema de los "aventadores"...

Soy de la opinión que si estos señores "sólo" enarbolaran sus garrotes para evitar que el ganado gire "a derechas" -como dice el poema-, me parece muy bien su presencia. Pero siempre en ese grupo hay algún bestia que utiliza su garrote para partirlo en el lomo del animal.

Pienso que si esos mismos "aventadores" se desicieran de esos maltratadores y los denunciaran públicamente - o le rompieran el garrote en sus costillas en lugar de en las del animal (es broma)-, no se generarían estos debates.

Al fin y al cabo, los caballistas también utilizan vergas para "dirigir" el ganado y a sus monturas, y nadie discute si eso es maltrato o no.

Ese mismo problema se observa en otras poblaciones del Palancia, donde siempre hay cuatro descerebrados que no utilizan el bastón para apoyarse o defenderse en caso de peligro, sino para maltratar al animal, haciendo además alarde de ello ante amigos y conocidos. Si no cambiamos el "chip", este tipo de actuaciones nos van a arruinar las fiestas taurinas.

Valoremos lo que tenemos, que no es poco.

Un Palantino.

Anónimo dijo...

Y no es maltratar a los caballos de la entrada el hacerles correr calle abajo y dandoles con las espuelas y con la vara o con la berga para que corran mas???
¿¿¿y es stres que sufren los caballos con la multitud y cuando tiran el cohete???
¿¿O es que los caballos estan ahí por voluntad propia???
¿¿¿y cuando sufren una cornada o una caida???


Pero que gentuza, como puedes decir eso?????????
SI NO OS GUSTANILOS AVENTADORES NI LAS ENTRADAS LO QUE TENEIS QUE HACER ES NO VENIR A VERLAS
UN SEGORBINO