El Centro Cultural de Segorbe expone los carteles taurinos de Juan Reus en el 25 aniversario de la Peña "Los Vitorinos"

*Los encargados de la muestra fueron los integrantes de la Peña Los Vitorinos de Segorbe
El Museo taurino "Coso de Monleón" se expone en el Centro Cultural de Segorbe durante estos días hasta el 31 de Julio, en el puede obervarse la totalidad de obras del pintor "cartelista" valenciano Juan Reus Parra. El evento viene a Segorbe de la mano de la Peña "Los Vitorinos", que este año cumplirán su 25 aniversario, en este sentido, lejos de realizar cualquier otro evento, han preferido trabajar por la fiesta, en unos momentos en que la cultura del toro viene siendo demonizada, aislada y postergada.

Al finalizar el paseo por las tres salas, la Peña Los Vitorinos ofrecieron un vino de honor a los presentes.

Esta importante asociación segorbina contribuye conjuntamente a la realización de la Entrada de Toros y Caballos de Segorbe y trabajan para que nuestra Fiesta sea cada año más conocida y aprecidada a nivel nacional e internacional. Reflejo de su entusiasmo por la tauromaquia ha impulsado esta exposición donde a través de tres salas, se refleja la gran obra del cartelista valenciano Juan Reus, cuya biografía pasamos a relatar:

"Juan Reus es el último representante del impresionismo taurino y uno de los grandes cartelistas y dibujantes de toros españoles de todos los tiempos".

No obstante, Triviño destacó su faceta humana, su entrega a los amigos, su pasión por los animales, su humanidad, su espíritu independiente y bohemio, que lo convirtió en un personaje entrañable, sobre todo, en el ámbito artístico valenciano y en el Circulo de Bellas Artes de Valencia, del que era socio.

Juan Reus Parra nació en Valencia el 19 de octubre de 1912. Trabajando de aprendiz en la ferretería "La Barcelonesa" conoció al pintor valenciano Constantino Gómez, quien le despertó verdaderamente su vocación artística.

Ingresó luego en un taller de platería, cuyo jefe, al ver las aptitudes que mostraba para el dibujo, le recomendó al pintor y cartelista Ruano Llopis, quien le proporcionó buenos consejos y le dio las primeras lecciones artísticas.

Trabajó más tarde en el taller de abanicos del pintor Balbino Giner, donde fue perfeccionando su técnica y creado su propio estilo. Expuso sus cuadros en los bazares de Prats y Collado de Valencia. Al estallar la Guerra Civil fue militarizado y enviado al servicio de Cartografía del Estado Mayor de Artillería, dedicándose al dibujo de planos.

Fue destinado más tarde al frente de Extremadura y al finalizar la guerra fue recluido con otros miles de republicanos vencidos al campo de concentración de Orta y luego al de "Almansa", situado en la Rambla Vieja de Tarragona.


En la década de los 40 fue contratado como dibujante de carteles taurinos en la litografía Ortega de su ciudad. Fue entonces cuando entró en relación con el famoso pintor y cartelista de toros Roberto Domingo, que rápidamente se convirtió en un maestro entrañable que le transmitió no sólo sus conocimientos artísticos, sino su interés por la arqueología y las antigüedades.


Comenzó a mantener relaciones muy estrechas con toreros, apoderados, críticos taurinos y personalidades relacionadas con el mundo de los toros, como Martín Vázquez, César Girón, Arruza y "Manolete".

Su actividad pictórica se centró principalmente en el campo del cartelismo taurino, trabajando durante muchos años para la Litografía Ortega, para la que realizó decenas de carteles y folletos taurinos. Toda su obra se ha sustentado sobre un dibujo ágil y preciso, de trazo firme y definido y de una paleta esencialmente valenciana.

Al trazo, muchas veces en tonos sepias, le acompañan toques de color vigorosos, agresivos incluso, con los que perfila la luz, las ceras, el gouache, los lápices de colores y los procedimientos mixtos. En sus cuadros, dibujos y carteles de temática taurina presenta el toro en libertad, integrado en el paisaje profundamente lírico de Andalucía o del campo charro.


Son muy característicos suyos sus autorretratos en los que se presenta como restaurador o como pintor, bien sea junto al caballete, al lado de un tema taurino o sentado en una vieja silla sosteniendo en sus manos algunas piezas de cerámica.

Los temas románticos también afloran en algunas de sus composiciones con escenas de mosqueteros, personajes de la alquimia y de la brujería, retratos de filósofos del Renacimiento o de sus músicos preferidos, como Beethoven. La diligencia llegando en la niebla, los caballos, las cuadras son también temas recurrentes con una cierta influencia de la escuela británica del siglo pasado.

Redacción/El Informal Segorbino