Nieves M. Tarazona |
Desde hace treinta y dos años nuestro Estatut d`Autonomia reconoce el 9 d`octubre como día grande de la Comunitat Valenciana, fecha que rememora la entrada de Jaime I en 1238 en la ciudad de Valencia. Desde el PPCV no sirve la ambigüedad y lo tenemos claro: nuestro día, el 9 d´octubre, nuestra tierra se llama Comunitat Valenciana, nuestra bandera es la Senyera, nuestro himno el del maestro Serrano y nuestras lenguas castellano y valenciano. Sin embargo también deberíamos de tener claro, sin ambigüedades, que en nuestra tierra también consolidan de forma minoritaria formaciones cuyo lema versa: “Som País Valencià, el nostre himne és la Muixeranga i la nostra senyera, quatribarrada”, y en nuestras manos está que esa transformación tome o no forma.
Ante un momento social globalizado donde no está reñido ser europeo y español con sentirse valenciano, no se entiende el secesionismo y sectarismo al que muchas ideologías nos quieren arrastrar.
Como bien recordaba el president Alberto Fabra, el 9 d´Octubre nos recuerda nuestra fortaleza y capacidad como pueblo con señas de identidad propias: nuestra lengua, nuestras tradiciones, nuestras fiestas con olor a pólvora e impregnadas de notas musicales renovadas por el fuego solsticio tras solsticio, nuestros productos tan típicos como los cítricos, la trufa, la oliva o el almendro…
Ante ese sentimiento mayoritario, el gobierno del president Fabra no es impasible, y así en el pasado debate de política general expuso el trabajo de elaboración de una Ley de reconocimiento, protección y promoción de las señas del pueblo valenciano.
Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona
Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón
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