16.11.17

OPINIÓN: "La unión hace la fuerza" por luis andrés cisneros

Luis Andrés  Cisneros
El pensamiento generalizado de que todos los partidos políticos siguen sus propios intereses sin que el bien general les importe un pimiento, se está demostrando que es una “leyenda urbana” sin ningún atisbo de credibilidad. Todos, están unidos, y ahora más que nunca, a mantener el status de gente privilegiada.

Todos los partidos, llegan a acuerdos rápidos y sin discrepancia ideológica, e cuanto a tratar de sus emolumentos y otros chollos inherentes se refieren. Nunca he visto, e imagino que ustedes tampoco, a un servidor público (¿), ni siquiera en un vahído de coherencia, propugnar la adecuación de los salarios a la realidad del momento.

Ahí se incluyen todos los bien pagados puestos diversos, Congreso, Senado, Autonomías, Diputaciones, Ayuntamientos y la elefantiásica relación de fundaciones, observatorios, mancomunidades, empresas públicas (con o sin actividad), hasta alcanzar la increíble cifra de 500.000 enchufados políticos, según publicaba, en un buen artículo de investigación, el diario La Gaceta.
El Congreso de los Diputados en plena vorágine laboral

Y, para una vez que a algún partido con representación parlamentaria, se le ocurre la idea, que está vigente en cualquier empresa privada del mundo, de suspender de empleo y sueldo a aquellos diputados que hicieran dejación de asistencia (ya no digo trabajar, eso sería de difícil cumplimiento), hete aquí, que la propuesta de Ciudadanos, se ha quedado huérfana de apoyos. Aquí se demuestra, una vez más, la imperiosa necesidad de que VOX esté en las Instituciones.

Si las instituciones públicas estuvieran en manos del sector privado, más del 90% de los políticos actuales, hubieran sido despedidos por múltiples razones, además, con la salvedad de que la inmensa mayoría lo hubieran sido sin derecho a indemnización por despido.

Causas por las que hubieran sido despedidos darían para rellenar un manual completo, con más volumen que las antiguas páginas amarillas. Aquí van unas cuantas. Hacer de las Instituciones un pésimo circo, infecto de camisetas, esposas, carteles, exabruptos y esperpentos de todo pelaje.

Asimismo, hay un sinfín de entes, de dudosa o inútil efectividad, que nos cuestan a los españoles un potosí al año. Un ejemplo; es curioso que, cada año, se incrementa el número de observatorios y entidades, así como las ayudas, para erradicar la violencia de género. Y se consigue que los casos de violencia aumenten, o nos hacen ver que aumentan. Es un caso atípico, ya que contra más se invierte, menos resultados se obtienen.

Es como si el Director Comercial de una Empresa de venta de electrodomésticos, cuanto mayor calidad da, precios más competitivos ofrece y mejor servicio procura, en dos años lograra que no se vendiera nada. A los dos meses ya hubiera estado en la calle. Pero aquí, en la España del siglo XXI, como se hagan las cosas no importa lo más mínimo, sólo importa la tan traída frase “¿Y qué hay de lo mío?” Lo de los demás, está de más.

Esto me trae a la memoria un chiste ya muy manido:

Un ministro del Gobierno visita una provincia, para llevar la buena nueva de un incremento sustancial en la mejora y construcción de establecimientos penitenciarios. El representante local le hace ver que es más necesario hacer inversiones en la enseñanza. Respuesta del Ministro: “Amigo mío, a la escuela no volveremos nunca, pero a la cárcel es posible que algún día vayamos” 

Hemos asistido, el problema es que cada vez con menos asombro, a espectáculos de todo tipo. Desde un senador que va a jurar su cargo y no sabe expresarse en español, hasta que la Presidenta del Congreso tenga que recordar a sus señorías, que no se puede entrar en el hemiciclo para tomar un café. Pasando por las amenazas que han lanzado contra la nación española aquellos que, cobrando y muy bien por cierto, de este país, se ufanan por pregonar a los cuatro vientos que quieren acabar con España. 

 Pero esto no acaba aquí, los golpistas, con la connivencia del Gobierno después de dar un golpe de estado, dicen que era broma, que no es para tanto y que, ahora no lo van a hacer pero que es su principal prioridad. Ante estas disquisiciones los que nos tienen que defender, dicen estar de acuerdo y que, en sólo 50 días, todo volverá al año 1978 o a 1965.

Lo peor de todo esto, es que se piensan que el pueblo español está llenos de estómagos agradecidos y cortos de mente. ¿Hay quién pueda pensar que tras años de adoctrinamiento en las escuelas esto se cambia en 5 semanas?

Desde la televisión golpista catalana, se sigue manipulando la información y los Rajoy’s Boys leyendo el Marca, ya que según su ministro portavoz, en Cataluña no pasa nada, salvo algún caso puntual.

Creen que las elecciones, que se celebrarán en un clima de tensión social asfixiante, darán un vuelco espectacular. Y todos, salvo VOX, han ido corriendo a ver cuánta pasta rascan por votos y escaños. Si no hubiera un duro pocos se arriesgarían a hacer el ridículo.

El resultado es lo de menos, los ciudadanos son lo de menos, el futuro de España es lo de menos. Hay que procurar que todo siga igual. Y que no acudir a las instituciones siga siendo premiado.

Recuerden el caso de aquel enchufado político de la Diputación de Valencia que estuvo la tira de años sin ir a trabajar, más que el día de cobro. Igual les pasará a los golpistas, aun estando en la cárcel o huidos de la justicia, seguirán cobrando sus pingües “cholletes”.

A lo largo de la historia de nuestro país se han dado varios casos, recordemos el levantamiento popular contra los franceses en 1808, ante la inacción del gobierno y los poderosos. Ahora están dando más muestras de coherencia los españoles que los dirigentes, no tenemos más que ver como la sociedad civil ha llenado la calle de banderas españolas y de consignas tendentes a la unidad de todos los españoles,

¿Será porque la gente de a pie está acostumbrada a ir a trabajar y los otros no?

Ahora más que nunca ¡¡VIVA ESPAÑA!!

Luís Andrés Cisneros

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