16.4.16

Opinión / La ratio: la panacea de la enseñanza

Luis Cisneros/VOX Castellón
¡¡Con lo fácil que era!! Los problemas de la Enseñanza en España, el aparecer, año tras año en el furgón de cola de los informes PISA y el tan traído fracaso escolar tenían una solución, sólo al alcance de mentes preclaras. La solución no es otra que, según ha anunciado, a bombo, platillo, luz, taquígrafos y toda la parafernalia del mundo político, el máximo adalid de la libertad en la Enseñanza, el consejero, señor Marzá.

 Lo teníamos al alcance de la mano, pero éramos incapaces de verlo, ahora bien, de repente, se hizo la luz, y ha sido el Consejero de Enseñanza el que nos ha tenido que iluminar a todos y quién ha distribuido entre los suyos la Consigna que tienen que difundir a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana. 

 “Vamos a bajar la ratio en la Escuela Pública a menos de 30 alumnos por clase” 

 el libro de estudio de los años 50 y 60Y desde entonces, en tertulias y otros foros, la palabra ratio se repite hasta la saciedad, aunque sólo se trate de una relación cuantificada entre dos magnitudes que refleja su proporción, y que, en el caso que nos ocupa, es el número de alumnos por clase. Pero es igual, todo pertenece al Marketing Político.

Es curioso, pero, en estos momentos, en nuestro país no se tiene una ratio elevada de alumnos por clase, al contrario, es una de las más bajas en los países de la OCDE y de la Unión Europea. Y, a pesar de la publicidad de lo políticamente correcto, el problema de la Enseñanza no está ni en el dinero invertido, ni en los sueldos, ni en la masificación de las clases.

 Hemos ido asistiendo, año tras año, a un deterioro de nuestra Enseñanza y esto se basa en varios aspectos que están fallando estrepitosamente y que nadie, ni siquiera el adalid de las libertades de enseñanza, saben ni quieren atajar. 

 Se ha ido, de manera paulatina, quitando la autoridad a los enseñantes y dejándolos como meros espectadores del deterioro de un sistema que premia el ‘dolce far niente’, y que iguala a los alumnos por abajo, nunca por arriba. De esta forma se elimina el estímulo de quien quiere aprender.

 Esto hace que, en vista de que para pasar de curso no hay que esforzarse, desaparezcan o minimicen las ganas de aprender. Tampoco se estimula a los buenos profesores y, para colmo de colmos, hay padres que tampoco están convencidos de que sus hijos necesiten tener una buena formación.

 Los demoledores gráficos de los Informes PISA, colocan a nuestro país en los puestos 23 (Compresión lectora), 25 (Competencia Matemática) y 21 (Competencia Científica) sobre un total de 34 países, siendo los primeros Finlandia, Corea del Sur y Japón. Curiosamente 3 países donde el esfuerzo y el trabajo forman parte de su vida habitual.  

También se ha visto que, en los Colegios privados, los resultados de los informes, en España, arrojan mejores datos que en los Públicos. Pero claro, la fijación de los responsables autonómicos es poner todo tipo de trabas a la enseñanza privada. ¡¡Faltaría más!! 

 Otro dato desalentador de este informe es que el porcentaje de alumnos que repite curso, al menos una vez es del 34% en España y del 4% en Finlandia.

 Cabría pensar que el salario de los docentes en España es paupérrimo. Pues otro error más. Inicialmente los profesores en nuestro país ocupan el 7º. puesto en Primaria y el 5º en Secundaria. Con los años estos salarios pierden algo de preponderancia, pero siguen estando en la parte alta de los países de la OCDE. 

 Asimismo, el gasto por alumno está situado en nuestro país en 9.608$, mientras que, en la Unión Europea, este gasto asciende a 8.348$ por alumno. Nos jugamos mucho con la Enseñanza de nuestra juventud. Pero parece que a los acólitos del señor Marzá, lo único que, de verdad, les interesa es que todo el mundo hable valenciano (más bien catalán) y erradicar el español de la vida pública.  

Otro aspecto que les preocupa es el adoctrinamiento de los niños desde edad temprana. Por eso las prisas en potenciar las escuelas infantiles donde, por cierto, sólo se hablará en catalán. 

 Pero no acaban aquí las ocurrencias de los responsables del futuro de nuestros jóvenes. Eliminan, sin contemplaciones, todo lo referente a las raíces cristianas de nuestra civilización, y se pliegan gustosos a impartir en la Escuela Pública (laica, según ellos) la religión islámica a todo aquel que la solicite. No deja de ser la introducción de un Caballo de Troya en nuestra propia casa. 

 ¿Qué ratio aplicará el señor Marzá a las clases islámicas? ¿Serán dentro del horario lectivo oficial? ¿Se impartirán las clases en catalán? ¿Tiene pensado suprimir el español?

 Pero aún hay más, y a lo mejor los tiros vayan por ahí. Si entre el descenso de la natalidad y el regreso de población extranjera a sus países de origen, ha disminuido el número de alumnos, ¿no querrá apuntarse el tanto de la mejora de la ratio por clase?

 En política cualquier cosa es posible, hasta que nos aumenten salvajemente los impuestos para poder ofertar las plazas de nuevos profesores que anuncia el Consejero. Si continuamente se quejan de la falta de financiación, ¿de dónde sacarán ese dinero? ¿Del mismo sitio que el que destinarán a la Televisión Autonómica?

 Y esto sólo es el principio………

Fdo: Luis Andrés Cisneros. 
Coordinado Medios de Comunicación Vox Castellón. 

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