28.5.16

En clase, elige Religión católica, la vida más clara


CARTA AL PUEBLO DE DIOS EN SEGORBE-CASTELLÓN 


Queridos diocesanos todos, en especial madres y padres con hijos en edad escolar: 

 Se acaba de abrir el periodo de inscripción en los colegios para el próximo curso escolar para Infantil y Primaria, y pronto se abrirá para la ESO y Bachillerato en colegios e institutos. De nuevo me dirijo a todos vosotros y, en especial a los padres, madres y abuelos, para recordaros la importancia que tiene la asignatura de Religión y Moral católica en la formación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

 La formación religiosa católica en la escuela no es un privilegio ni es un añadido arti
cial a la formación humana, cultural y técnica. La enseñanza religiosa es fundamental en la formación integral de los alumnos para lograr el pleno desarrollo de su personalidad, del que no se puede excluir la dimensión trascendente y religiosa connatural a toda persona. Al proyectar su luz sobre todas las áreas del pensamiento, la asignatura de Religión católica da unidad a todo el desarrollo y maduración de la persona desde la libre adhesión a la Palabra de Dios. 

 La asignatura de Religión católica es además fuente de valores para nuestros niños, adolescentes y jóvenes, les ayuda a dar sentido a la propia existencia y promueve el diálogo con la cultura y la convivencia entre todos, fundada en el reconocimiento de los derechos y deberes de cada persona, en el respeto a las convicciones morales y religiosas del prójimo y en el servicio a la causa de la justicia. La convivencia entre los hombres sólo se realiza si se basa en la verdad y en una correcta comprensión de la persona humana. A esten contribuye la clase de Religión católica al proponer un modelo de persona acorde con la naturaleza y la dignidad del ser humano.



 Finalmente, la clase de Religión les ayuda a conocer y comprender nuestra cultura: las estas religiosas y patronales, los templos y las catedrales, el arte y la literatura de nuestro país…, tantas y tantas expresiones culturales, artísticas y sociales, presentes en nuestra vida cotidiana, no pueden ser entendidas y valoradas adecuadamente sin tener en cuenta sus raíces y contenidos cristianos.

 En la clase de Religión, nuestros hijos adquieren así una formación académica complementaria a la educación en la fe en Jesucristo, que reciben en la familia y en la catequesis. Los tres ámbitos son necesarios para la formación religiosa y la educación en la fe; cada ámbito tiene sus objetivos, contenidos y medios propios; de ninguno de ellos se puede prescindir en el proceso de formación y de iniciación en la fe y vida cristiana. 

 Los padres que quisisteis que fueran bautizados vuestros hijos, coherentes con lo que hicisteis y eles a lo que prometisteis en su día —educar a vuestros hijos cristianamente, en la fe—, tenéis el deber de poner los medios necesarios para la formación cristiana de vuestros hijos. Hoy es muy difícil hacer una persona cristiana y moralmente cabal sin la enseñan- za religiosa en la escuela, colegio o instituto, además de la educación en la fe y en la familia. Y lograrlo está importando mucho en nuestros días.

 A los padres y madres os animo a solicitar la clase de Religión y Moral católica para vuestros hijos, y a animar a otros padres y madres a hacerlo. Pedidlo expresamente si no se os ofrece en el colegio o instituto a la hora de la inscripción. Es vuestro derecho, reconocido expresamente en nuestra Constitución; un derecho, cuyo ejercicio ha de garantizar la Administración educativa en todos los colegios e institutos. Es muy importante para vuestros hijos y para vuestras familias, para el presente y el futuro de nuestra Iglesia diocesana así como de nuestra sociedad, que elijáis esta asignatura para vuestros hijos, reclamándola por todos los medios legales. Al hacer uso de vuestro derecho, los padres y los alumnos tenéis derecho también a ser respetados en esta elección e ideario, no sólo en la clase de Religión, sino en todas las demás clases y por todos los profesores, velando para que no se diga nada que menosprecie vuestra elección ni se enseñe nada que pueda herir la sensibilidad católica del vuestros hijos . 

 Os recuerdo también que la participación en la catequesis parroquial nunca ha de ser excusa para dejar de solicitar la asignatura de Religión en la escuela. 

 Finalmente os recuerdo a todos que, si bien los padres son los primeros responsables de la educación religiosa de sus hijos, toda la comunidad parroquial es también responsable de ello; a una comunidad parroquial no le puede ser indiferente que sus miembros más jóvenes vayan o no a clase de Religión. Todos —sacerdotes, seglares, religiosos, catequistas, etc.— hemos de valorar la clase de Religión y animar a los padres católicos a pedirla para sus hijos.

 Os saluda con afecto y bendice, vuestro Obispo,
 + Casimiro López Llorente, Obispo de Segorbe-Castellón

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