16.10.16

Susanita tiene un ratón

Luis Andrés Cisneros
Cuando España era España (aunque parezca muy lejano en el tiempo, no hace tanto de ello), y triunfaban los Payasos de la Tele (Gaby, Fofó, Miliki y Milikito), popularizaron varias canciones infantiles y, entre ellas, una de las que más relevancia consiguió fue “Susanita tiene un ratón”.


 Y este, cómo cabe imaginar, no era un ratón cualquiera, comía chocolate, turrón y bolitas de anís, bailaba tango y rock and roll y, por si todo lo anterior no fuera suficiente, jugaba al fútbol y al ajedrez. En resumidas cuentas todo un portento. Hoy en día tendría otras habilidades, a saber, estaría sepultado por tatuajes, su cuerpo figuraría agujereado e invadido por piercings, no se afeitaría y, probablemente, desconocería las reglas elementales del ajedrez.

 Pero, lo más preocupante, aun siéndolo, no es la deriva que podría sufrir el ratoncito de Susana. Lo realmente preocupante es la última soplapollez protagonizada y perpetrada por Susanita, o lo que es lo mismo, la alcaldesa de la localidad de Almazora, Susana Nicolau.

 Imagino que, en un ataque de irracionalidad, que podría confundirse con uno de delírium trémens y, en un afán ególatra de superar la fama y excelencias del ratón, no se le ocurrió más que la sesuda y meditada idea, sólo al alcance de mentes preclaras, de prohibir la interpretación del Himno Nacional Español, en la Procesión de la Madre de Dios del Rosario a la banda Unión Musical La Esmeralda.

 Quizás, y esto no deja de ser una hipótesis de trabajo, debido a que en su curriculum vitae, no figuran grandes logros, se inclinó a pensar que este “valiente” hecho, podría darle, por derecho propio, el acceso al Libro Guinness de los Records en un apartado que tendría el honor de inaugurar: Lo que el Ratón de Susanita no haría nunca.

 Al parecer, fue ella, y sólo ella, la que tomo la decisión de prohibir a los músicos que interpretaran el Himno Nacional. Incluso, hasta es posible que, en un momento de valor desenfrenado, les pudiera recordar de donde vienen las subvenciones que dicha Banda recibe, aunque esto no está confirmado, pero la libertad de pensamiento es lo único que, de momento, no nos pueden prohibir.

¡Ay!! Susana es que, encima, los músicos, que usted seguramente esperaba que le dijeran que no, acataron, en un acto de disciplina encomiable, sus órdenes. Y usted que creía que se rebelarían, ¡¡Qué le vamos a hacer!!.

 Pero claro, hay un problema y es que cuando se empieza una cosa, lo conveniente es acabarla y no dejarla a medias, (fíjese lo que pasó con el Sr. Gaudí, empezó la Sagrada Familia y no se sabe cuándo estará finalizada).

 Le regalo algunas ideas que, seguro, las habrá pensado, aunque no haya tenido el empujón definitivo para ponerlas en práctica. Desde estas líneas le animo a que las medite, no mucho no sea cosa que se arrepienta, y las implemente en su municipio, en un acto de valentía que empequeñecería las gestas de María Pita o Agustina de Aragón.

 -Prohíba el Himno Nacional de manera permanente 
 -Elimine, en todo el municipio la bandera de España 
 -Imite al Sr. Puigdemont y multe a aquellos que rotulen en español 
 -Hable con el Sr. Marzá y solicítele que quiere para sus conciudadanos, un plan de inmersión que excluya el español.
 -Aumente más las subvenciones, así todos harán lo que usted quiera. 
 -Obligue, por normativa municipal, a ver sólo la televisión catalana. 
 -Hable con sus socios de gobierno y dígales que sigan tragando, seguramente lo seguirán haciendo.  

 Una última cosa, haga un seguimiento especial de los ratones del término municipal, no sea cosa que se le cuele alguno como el de Susanita, que es un auténtico figura.

Permítame que acabe mi artículo con una expresión que me gusta ¡¡VIVA ESPAÑA!!

 Luís Andrés Cisneros

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