2.4.18

“ROMPIENDO EL SILENCIO” El drama del aborto contado por una víctima del sistema.


El pasado mes de marzo tuvo lugar en los salones parroquiales de la Concatedral de Santa María en Castellón la conferencia impartida por la ponente Esperanza Puente, enmarcada en el programa anual de actividades que, con motivo del Sínodo de los Jóvenes que ha convocado el papa Francisco, desarrolla el grupo Jóvenes en el Corazón de Cristo por María (JECCxM) durante el curso 2017-18 y que cuenta con la colaboración de la Delegación de Infancia y Juventud de la Diócesis de Segorbe-Castellón.

La realidad del aborto ha sido un tema candente de debate en España, especialmente en momentos en los que se promulgaban o planteaban leyes al respecto, como la última de Zapatero en 2010 o el último proyecto de Gallardón, que no salió adelante. Desde entonces, parece que este debate haya quedado enterrado en algún lugar distante, ocultado a la opinión pública, ya que no suele tratarse en los principales medios de comunicación, incluso gran parte de la sociedad ha asimilado el aborto como algo indispensable en Occidente, sinónimo de progreso, adulterado bajo el concepto eufemístico propio de la manipulación lingüística que rige en esta sociedad de lo políticamente correcto que lo designa como “interrupción voluntaria del embarazo”.

No obstante, son muchos quienes se oponen a ello. Son muchos quienes consideran que este tema no puede quedar muerto y enterrado por su gran repercusión en el desarrollo social, quizá se trate de otra mayoría silenciosa y silenciada. Éste es el caso de Esperanza Puente, una víctima de este sistema que sólo ofrece como salida ante una situación de una mujer desesperada el aborto. Su historia es una vida de lucha y superación, de ayuda y esperanza a cualquier mujer que atraviese por circunstancias similares a la suya. Existe elección y lo comunica alto y claro.

Esperanza Puente pasó por esta dura experiencia del aborto tras abortar a su segundo hijo. Ahora preside la Asociación Voz Postaborto, desde donde ayuda a otras mujeres en situación de embarazo difícil, provengan de donde provengan, de diferentes nacionalidades, credos y situación social, acompañándolas y tratando de evitar que caigan en su mismo error. En su labor divulgadora Esperanza ha pasado por muchas universidades, asociaciones y ciudades dando a conocer su testimonio, no tiene la mínima duda: Ninguna mujer desea abortar.

Explicó cómo una vida desordenada la condujo al aborto y cómo la fe y la ayuda de los demás la ayudaron a levantarse y rehacer su vida. Manifestó que el aborto es siempre una cruel realidad, nada más ni nada menos que matar un hijo, hecho que nunca debería ser una opción. Sin embargo, en innumerables ocasiones, a la mujer no se le ofrece otra opción, no se le dice que existen otras salidas, que las ayudas están ahí, que eliminar al niño no puede ser la solución, no es la solución. A colación de ello la ponente explicó las consecuencias físicas y psicológicas que tiene la experiencia del aborto en la mujer, muchas de las cuales pueden llegar perdurar para todo la vida, como ansiedad, depresión, intentos de suicidio, traumas, pesadillas, alucinaciones, entre otras. Testimoniándolo en primera persona y en cuantas ajenas ha conocido. En todas. Y son muchísimas.
 
En otro orden de cosas, señaló que el aborto forma parte de un gran negocio, motivo por el que no interesa que sea un tema que se trate en los medios. Según la ponente este hecho lo ha podido ratificar a través de muchos de los testimonios de las mujeres que ha acompañado. Mencionó, por ejemplo, el hecho de que una vez que una mujer ha entrado dentro de la clínica para someterse a la “intervención”, aunque manifieste señales de arrepentimiento o de querer pensárselo dos veces, las clínicas abortivas tienden a poner numerosos impedimentos para cancelar el procedimiento, la información consentida la firmó mucho antes de entrar en quirófano, no van a permitir su vuelta atrás. Otro hecho, es que al finalizar el aborto, los practicantes han de reunir todos los trocitos del cadáver del bebé, han de recomponerlo para asegurarse de que no ha quedado nada dentro del útero materno, pero asignándole un número a cada parte del cuerpo por no nombrarlas como tal, procurando que la madre no lo identifique como un ser humano. Asimismo informó al auditorio de otra triquiñuela que ocurre al finalizar: “La mujer es obligada a salir por una puerta diferente a por donde ha entrado, con el fin de que no sea vista por las demás mujeres que estén esperando para ser sometidas a la misma práctica”.
 
En conclusión: Esperanza Puente remarcó que el aborto no es negociable, se trata de un asesinato que además daña a la mujer física y psicológicamente, dejando consecuencias graves a corto y largo plazo. En ella y en la sociedad donde vive. No se trata de un acto pueril como intentan hacernos pensar.

Todos precisamos formarnos e informarnos para poder tener criterio y es un auténtico lujo poder hacerlo con testimonios de primera mano. Para ello les recomendamos este ciclo de conferencias que tienen lugar mensualmente estando abiertas a todo aquel que desee asistir. En el presente mes de marzo ha acudido Esperanza Puente, pero anteriormente ofrecieron su testimonio el periodista Jaume Vives, que habló acerca de los cristianos perseguidos en Oriente Próximo o el cantautor católico Jesús Cabello que trató el tema música y fe. 

La próxima ponencia programada será el viernes 20 de abril y versará sobre el testimonio de una joven religiosa, la hermana Clare, fallecida en el terremoto de Ecuador de 2016 y cuya causa está en proceso de beatificación. Contaremos para esta ocasión con el acompañamiento y testimonio de hermanas de su orden, el Hogar de la Madre, quienes la conocieron en vida. Quedan todos invitados a asistir.

Pablo Abril Calvo

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